El cáncer de vejiga es en España el cuarto tumor más frecuente en la población masculina y el quito si aglutinamos ambos sexos. Cada año, según datos la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), aparecen en España más de 20.000 nuevos casos, siendo el responsable de 5.000 muertes. La edad pero también el tabaco es el principal factor de riesgo conocido.

Tal como explicaba la uróloga Carmen González en el artículo Cómo detectar el cáncer de vejiga, el quinto tumor más frecuente en España, fumar multiplica el riesgo de cáncer de vejiga hasta 4 veces más en las personas que fuman".

Ahora un reciente estudio aporta más datos sobre por qué los hombres son más propensos a este tumor que las mujeres. La principal conclusión a la que ha llegado una investigación realizada por investigadores del Centro Oncológico Cedars-Sinai (Los Ángeles, California) y publicada este miércoles 21 de junio en la revista científica 'Nature' es que a medida que los hombres envejecen, algunas células del organismo pierden el cromosoma Y, que es el elemento clave que los hace biológicamente hombres, y esa pérdida permite que las células del cáncer puedan eludir el sistema inmunitario del organismo y crecer con facilidad.

El estudio ha descubierto que este efecto común del envejecimiento en los hombres da lugar a un cáncer de vejiga agresivo pero también hace que la enfermedad responda mejor a un tratamiento de inmunoterapia denominado 'inhibidores de puntos de control inmunitarios'. Por ello, los investigadores están desarrollando ya una prueba para detectar la pérdida del cromosoma Y en los tumores con el objetivo de ayudar a los médicos a adaptar el tratamiento con inhibidores de los puntos de control inmunitarios a los pacientes varones con cáncer de vejiga.

"Este estudio establece por primera vez una conexión nunca antes establecida entre la pérdida del cromosoma Y y la respuesta del sistema inmunitario al cáncer", destaca Dan Theodorescu, director del Centro Oncológico Cedars-Sinai, directos de la investigación. "Descubrimos que la pérdida del cromosoma Y permite a las células del cáncer de vejiga eludir el sistema inmunitario y crecer de forma muy agresiva".

Cromosomas diferentes en hombres y mujeres

Según explican los expertos, en los seres humanos, cada célula tiene un par de cromosomas sexuales: los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y (XY) y las mujeres dos cromosomas X (XX). En los hombres, la pérdida del cromosoma Y se ha relacionado con varios tipos de cáncer, especialmente el de vejiga, pero esta pérdida también se asocia a cardiopatías y la enfermedad de Alzheimer.

El cromosoma Y contiene los planos de ciertos genes. Basándose en la forma en que estos genes se expresan en las células normales del revestimiento de la vejiga, los investigadores desarrollaron un sistema de puntuación para medir la pérdida del cromosoma Y en los cánceres. A continuación, revisaron los datos de dos grupos de hombres, uno con cáncer de vejiga a los que se extirpó la vejiga y no se les trató con inhibidores de puntos de control inmunitario, y otro que participó en un ensayo clínico y recibió un tratamiento con este tratamiento de inmunoterapia.

Así, los expertos observaron que los pacientes con pérdida del cromosoma Y tenían peor pronósticoen el primer grupo pero tasas de supervivencia global mucho mejores en el segundo. Para averiguar por qué pasaba esto, compararon las tasas de crecimiento de células de cáncer de vejiga con células de ratones de laboratorio.

El equipo cultivó células tumorales que no estaban expuestas a células inmunitarias y también cultivó células enfermas en ratones a los que les faltaba las células inmunitarias denominadas células T. En ambos casos, los tumores con y sin el cromosoma Y crecieron al mismo ritmo. Sin embargo, en ratones con sistemas inmunitarios intactos, los tumores que carecían del cromosoma Y crecieron a un ritmo mucho más rápido que los tumores con el cromosoma Y intacto.

"Estos resultados implican que cuando las células pierden el cromosoma Y, agotan las células T ysin células T para combatir el cáncer, el tumor crece agresivamente", afirma Theodorescu. De modo que, según concluyó el equipo de investigación, "los tumores a los que les faltaba el cromosoma Y, aunque más agresivos, también eran más vulnerables y respondían mejor a los inhibidores de puntos de control inmunitario. Esta terapia, uno de los dos principales tratamientos disponibles contra el cáncer de vejiga, revierte el agotamiento de las células T y permite al sistema inmunitario del organismo combatir el cáncer. Los investigadores creen que la pérdida del cromosoma Y es una estrategia adaptativa de las células tumorales para eludir el sistema inmunitario y sobrevivir en múltiples órganos, si bien, reconocen que es necesario seguir trabajando para entender la conexión genética entre la pérdida del cromosoma Y y el agotamiento de las células T".