Son muchas las personas que desean ser madres y padres, pero en ocasiones, conseguir un embarazo no resulta nada sencillo y hay que acudir a un proceso de fertilidad y de reproducción asistida. Según datos de Ginemed, la infertilidad afecta a entre el 15 y el 17% de la población, un problema que dificulta no solo a la capacidad de concebir, sino que también afecta a la salud mental y al bienestar de aquellas personas que desean tener hijos/as y que no pueden de forma natural.

Son cada vez más las personas que recurren a los procesos de reproducción asistida para cumplir este deseo, pero en ocasiones estos procesos también fallan o no se logran tan fácilmente como se piensa. En cualquier caso, sea un embarazo conseguido con o sin técnicas de reproducción asistida, es fundamental prepararse psicológicamente para un proceso de fertilidad que implica una combinación de educación, apoyo emocional, técnicas de gestión del estrés y autocuidado.

"Estar bien preparado emocionalmente ayuda a navegar mejor por los desafíos y aumentar la resiliencia durante este camino", afirma Marta Sebares, psicóloga especialista en apoyo y acompañamiento psicológico en la maternidad de Instituto Centta (Madrid), con motivo del Día Mundial de la Fertilidad (4 de junio), una efeméride crucial para abordar y dar visibilidad al tema de la reproducción y poner el foco en los problemas de fertilidad que, aunque afectan a muchas personas, a menudo permanecen en el ámbito privado y pueden estar rodeados de estigmas.

"El apoyo psicológico en la fertilidad es una parte importante del tratamiento y el bienestar de las personas, especialmente cuando se enfrentan a dificultades para concebir. Así como la maternidad, que es algo maravilloso, pero en muchos casos supone una auténtica crisis vital que no siempre es fácil de transitar. En ocasiones, despierta miedos, angustias, tristeza, procesos de duelo, además de ilusiones y alegrías", asegura Sabares, quien expone a continuación 6 consejos que pueden ayudarnos a prepararnos para un proceso de este tipo.

6 consejos para prepararse psicológicamente

1. Asesoramiento médico/profesional

Informarse con tu médico y otros profesionales de la salud para obtener respuestas a tus preguntas y aclarar tus dudas de todo el proceso previo al embarazo, hasta la etapa postparto. Si es por reproducción asistida, entender los aspectos médicos y emocionales de los posibles tratamientos de fertilidad disponibles para cada persona. Estar bien informado, ayuda a reducir la ansiedad.

2. Expectativas realistas

Conocer las probabilidades que existen según historia médica de cada persona, condiciones presentes de salud, edad, etc. Aceptar que puede tomar tiempo, y en algunos casos varios intentos, puede ayudarte a manejar mejor las expectativas.

En tratamientos de reproducción asistida, es muy importante trabajar y aceptar la incertidumbre. El proceso puede ser impredecible y es normal sentirse fuera de control en algunos momentos.

3. Apoyo emocional

Contar con una buena red de apoyo familiar, de amistades que acompañen y apoyen el proceso particular de la persona, respetando, sin juzgar. Consultar a un psicólogo o terapeuta especializado es una opción muy acertada y necesaria en muchos casos, porque una terapia ofrece herramientas para manejar el estrés, la incertidumbre, las preocupaciones y los miedos.

4. Comunicación abierta

Poder hablar con la pareja, con la familia, seres queridos y amistades sobre tus sentimientos, preocupaciones y expectativas. Es una práctica que nos hace sentirnos acompañados, escuchados y nos hace reconocer que 'no estamos solos' en este proceso.

5. Gestionar el estrés

Practicar la meditación, el mindfulness y ejercicios de respiración puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. La actividad física puede mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés. Es importante encontrar una rutina de ejercicio que sea adecuada para ti. Así como realizar actividades que disfrutes mucho como: leer, cocinar, pintar o pasar tiempo en la naturaleza.

6. Autocuidado

Nutrición y sueño. Mantener una dieta equilibrada y una rutina de descanso es importantísimo. Es bien conocido que la salud física está estrechamente relacionada con la salud mental. Por un lado, "la alimentación se convierte en un factor crucial para la calidad de los óvulos y de la fertilidad femenina a la hora de tener un ciclo regular o para un embarazo saludable", tal como añade Laura Llorente, nutricionista del mismo centro.

Y es que, debemos recordar que "una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a proteger a los óvulos frente al estrés oxidativo que se produce en el cuerpo", explica la doctora. Por lo que es importante, "disminuir el consumo de alimentos ricos en azúcar y grasas saturadas, como pueden ser los alimentos procesados, puede mejorar la calidad del ovocito", añade la nutricionusta.

Es por ello que recomienda basar la alimentación en "aumentar el consumo de alimentos poco procesados, frutas, verduras, legumbres, frutos secos... ya que mejorará la calidad del ovocito. De todas formas, esto no significa que no podamos incluir algún alimento procesado en nuestra alimentación, simplemente que sea más de consumo ocasional".

También, además de los alimentos sin procesar, algunos alimentos que debemos incluir en la dieta en un proceso de fertilidad, tal como enumera la experta son: alimentos ricos en folato (es un importante antioxidante y ayuda a la implantación del embrión como brócoli o las verduras de hoja verde. El aumento del consumo de estos alimentos no quita que aquellas personas que busquen embarazo sigan con su suplemento de ácido fólico); y alimentos con ácidos grasos esenciales, como el omega 3, ya que mejora la calidad de los ovocitos y puede retrasar el envejecimiento ovárico. Podemos incluir: pescados azules, frutos secos, semillas...

"Un cambio en nuestro estilo de vida puede desempeñar un papel influyente en la mejora de la fertilidad. Reducir el estrés, no fumar y evitar el alcohol son cambios positivos que podemos realizar en conjunto con un cambio de hábitos alimenticios", finalizan las expertas.