Mucho se hablado en estos últimos años sobre los beneficios de andar descalzos en lugares seguros como es por ejemplo nuestra propia casa, la playa o la piscina. Y lo cierto es que sí, que andar descalzos -siempre que se cumplan, como es lógico, las condiciones de higiene necesarias- supone beneficios para nuestros pies y por ende para nuestra salud, en general; siempre y cuando no tengamos patologías que lo impidan. También en los bebés y en los niños y niñas más pequeños.
"En términos generales, podríamos decir que sí, que andar descalzo o con un calzado que permita cierta libertad y transpiración al pie, siempre es beneficioso para sentirnos más relajados y, por tanto, mejor con nosotros mismos", afirma a laSexta el Dr. Juan Ramón García Pérez, traumatólogo Unidad de Pie del Hospital Vithas.
"La libertad del pie fuera del calzado nos permite desarrollar y experimentar nuevas sensaciones de equilibrio, temperatura y una potenciación o fortalecimiento de la musculatura plantar que en otras circunstancias es más complicado. Esto se traduciría en menos fatiga a lo largo del día, mayor coordinación y, por tanto, menos caídas, menos esguinces y una mayor seguridad al caminar", explica el doctor.
La libertad del pie fuera del calzado nos permite desarrollar y experimentar nuevas sensaciones de equilibrio, temperatura y una potenciación o fortalecimiento de la musculatura plantar
Así, añade el traumatólogo, cuando volvemos del trabajo, de realizar deporte o una marcha prolongada, buscamos comodidad, y casi todos comenzamos por descalzarnos. "Al igual que las manos nos transmiten seguridad, amor, etc. a través del tacto y de las caricias, las sensaciones en la planta del pie al caminar descalzo nos transmiten libertad, alejarnos del estrés... En definitiva, sensación de descanso".
Tanto es así que Jesús Serrano, fisioterapeuta y autor del libro 'La salud de tus pies' (HarperCollins), con prólogo de la presentadora de laSexta, Cristina Pedroche, propone practicar, en sitios seguros para ello, lo que se llama el "descalzismo", bien ir descalzos por completo o bien, por ejemplo, en invierno, con "calcetines de dedos", aquellos que son adaptados para este fin, calcetines que tienen una pequeña y fina suela en la planta del pie para protegernos del frío. "Son ideales para andar por casa cuando no hace tanto calor".
Ahora bien, es importante tener en cuenta que no siempre es beneficioso andar descalzo. Hay que tener en cuenta que si tenemos algunas patologías, no estaría indicado. Según expone el traumatólogo, éstas serían "las patologías donde existan lesiones plantares como callos dolorosos, heridas o alteraciones en el eje de carga (pies excesivamente planos o con demasiado arco)".
No obstante, debemos aplicar siempre el sentido común, esto es, "en personas para las que caminar descalzo no es placentero, sino que genera más dolor, es preferible utilizar calzado específico o adaptarlo con plantillas, añade.
Usar un buen calzado
Igual que cada vez oímos más, la importancia de andar descalzos, también se le da cada vez más importancia al calzado, a llevar un calzado respetuoso con la anatomía de nuestro pie para no tener problemas de salud, a largo plazo.
Y es que, muchas veces no le damos la importancia que merece a la salud de nuestros pies hasta que tenemos alguna patología e irremediablemente tenemos que acudir al especialista en podología. Es por ello que no debemos olvidar, tal como recuerda Serrano, que "los pies son el esqueleto donde se asienta todo nuestro cuerpo y por ende, debemos cuidarlos y protegerlos como tal".
Así, Serrano recomienda utilizar el llamado calzado Barefoot o calzado minimalista que significa 'calzado descalzo' y "es lo que mejor imita a ir descalzo todo el día para que los dedos de nuestros pies tengan la dirección adecuada, la musculatura fuerte y que los ligamentos y nervios y funcionen como han sido creados que es descalzo", explica. Es un tipo de calzado que cada vez más expertos recomiendan precisamente por esto.
El calzado minimalista o barefoot es lo que mejor imita a ir descalzo todo el día para que los dedos de nuestros pies tengan la dirección adecuada, la musculatura fuerte y que los ligamentos y nervios y funcionen como han sido creados que es descalzo
Este tipo de calzado, explica por su parte el doctor García Pérez, "permiten desarrollar una musculatura del pie que se ha visto frenada por el uso de determinados calzados. Un pie fuerte ha de resistir mejor una jornada de trabajo o deporte donde pasemos horas de pie. Pero, obviamente, no es apto para todo el mundo, ni para todo tipo de actividades".
Y esto último es muy importante tenerlo en cuanta. Por lo que, "si no existe ningún problema de salud en el pie, si son personas activas y de edad no muy avanzada podría ser una buena opción", afirma el doctor. Y es que "no podemos pasar de usar siempre calzado a, de repente, todo el mundo descalzo o con calzado minimalista. No se trata de demonizar al calzado de toda la vida ya que tampoco nos ha ido tan mal", afirma el doctor.
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Sin embargo, y por norma general, se recomienda, tal como enumera el traumatólogo, "un zapato cómodo, de horma amplia que no comprima el pie, transpirable, ligero y que se adapte a las necesidades de cada cual y un calzado minimalista o con grandes suelas amortiguadas". Por último, y en los "sí creo que coincidimos casi todos los profesionales, es en que un tacón excesivo se acaba pagando", concluye.