Psicología
Lo que nos deja la serie 'Adolescencia': cómo proteger y cuidar a nuestros adolescentes de los peligros de las redes sociales
¿Por qué es importante? Las redes sociales también esconden peligros y toxicidades, algo que puede impactar en la educación y en el desarrollo de los adolescentes. Estefanía Igartua, experta en psicoterapia infanto-juvenil, nos enseña cómo educar, también en lo digital.

Resumen IA supervisado
La serie "Adolescencia" de Netflix ha captado la atención de las familias al abordar los peligros de las redes sociales en la adolescencia. Diferentes estudios han mostrado que estas plataformas pueden impactar negativamente en la autoestima y ser un riesgo para trastornos alimentarios. Además, el ciberacoso y la difusión de bulos y odio son preocupaciones crecientes que pueden impactar en el desarrollo de nuestros adolescentes. Así, los expertos insisten en la importancia de educar a los jóvenes sobre los riesgos digitales, fomentando un uso responsable. También destacan la necesidad de que los padres y madres sean modelos a seguir y ofrezcan alternativas de ocio fuera de las pantallas para un desarrollo equilibrado.
* Resumen supervisado por periodistas.
'Adolescencia', de Netflix, es la serie viral del momento y de la que hablan (casi) todos los padres y madres, tal como ha contado y confesado en laSexta la jefa de las Malamadres, Laura Baena. La serie, en forma de thriller, trata uno de los temas más en boga del momento: los peligros y la toxicidad que (también) esconden las redes sociales para la educación y el desarrollo como personas de nuestros hijos e hijas adolescentes.
Aunque el fenómeno sea históricamente muy nuevo, ya existen estudios que demuestran cómo puede afectar la exposición a las redes sociales al cerebro de nuestros jóvenes. Por ejemplo, cómo puede impactar en su autoestima y cómo puede ser, incluso, un factor de riesgo para el desarrollo de un trastorno de conducta alimentaria. En 2021, Facebook admitía que Instagram causaba problemas de salud mental en muchos adolescentes: "El 32% de las chicas adolescentes dijeron que cuando se sentían mal con sus cuerpos, Instagram las hacía sentir peor".
Igualmente, y como confesaba Arturo Béjar, exdirectivo de Facebook, en el especial de Salvados, 'Redes sociales: la fábrica del terror', "uno de cada 8 niños recibe acoso sexual en Instagram cada 7 días; uno de cada 10 niños recibe bullying en redes sociales y uno de cada 5 se siente peor consigo mismo después de ver información en Instagram".
También, las redes esconden verdaderos vertederos de bulos y odio que dejan grandes posos de negacionismo, xenofobia,machismo y misoginia, tal como podemos ver en la ya citada serie de Adolescencia, con términos -más comunes en Internet y en este mundo globalizado de 2025 de lo que nos pensamos- como manosfera, incels o la regla del 80/20. Tanto es así que Reino Unido difundirá la serie (de forma gratuita en todos los institutos) para abrir debate sobre la masculinidad tóxica y el peligro de las redes.
Así, los expertos en pediatría, psicología y salud mental insisten en la necesidad de educar a nuestros hijos en las redes sociales, de acompañarlos y de fomentar una relación y un vínculo sano y fuerte con ellos, al igual que los educamos en otros aspectos de la vida como la alimentación o la formación escolar: "Es crucial proporcionarles una educación digital adecuada", explica a laSexta Estefanía Igartua, experta en psicoterapia infanto-juvenil.
"Los padres/madres debemos enseñar a los jóvenes tanto los riesgos como los beneficios de internet, incluyendo aspectos como la sobreexposición, los prejuicios, los estereotipos, la comparación social, los peligros de la información falsa y el ciberacoso", añade la experta. Igualmente, continúa, "es importante hablar sobre los roles que pueden adoptar, tanto como víctimas como agresores. Y esta educación debe adaptarse según la edad y las necesidades del niño y flexibilizarse según van creciendo".
Así y como aseguraba y aconsejaba la pediatra Reyes Mazas en ¿Prohibir, vigilar o acompañar? 5 consejos para educar a los niños (sin riesgos) en el uso de internet, la clave está en "educar y acompañar desde el inicio, sabiendo transmitir los riesgos de las redes y poniendo los límites oportunos a cada edad", además, "nuestra presencia, educación y ejemplo, como madres y padres, serán imprescindibles para que los pequeños sepan hacer un uso responsable en el uso de móviles, internet o redes sociales".
Conocer y ser conscientes de los riesgo
Las redes son algo totalmente nuevo para todos, ya que aparecieron en nuestras vidas después de (o muy después de) los años 2000. Ahora, además de los peligros de la calle y de siempre, se suman los de las redes sociales. Y hacer frente a este reto no es nada fácil y nadie, además, nos ha preparado para ello.
Ciberbullying, sextorsión, manosfera son temores que no existían en generaciones pasadas: "El contexto ha cambiado, pero los principios fundamentales para acompañar a los hijos siguen siendo los mismos: la prevención, la educación, la comunicación, la confianza, un buen vínculo y el acompañamiento", asiente Igartua.
Por ello, señala que el primer paso es "ser conscientes de los peligros que acechan en las redes sociales y entender que estos nuevos problemas requieren enfoques nuevos para abordarlos". Por ejemplo, el ciberbullying es "un tipo de acoso que, a diferencia del tradicional, puede extenderse de forma continua, a lo largo del día, de manera anónima y propagarse muy rápidamente".
En general, y para enfrentar estos nuevos desafíos, es imprescindible, subraya la psicóloga, "crear una relación de confianza con los jóvenes, de forma que se sientan cómodos compartiendo sus experiencias y preocupaciones. Y ello, incluye también la parte digital".
Y en concreto, es esencial educarlos (y advertirles) sobre los riesgos que enfrentan en internet, enseñándoles a reconocer las señales de alarma y los factores de riesgo, así como a ser responsables con sus comportamientos en línea. Un consejo es "hablarles abiertamente sobre temas como el ciberacoso, la sextorsión y las manipulaciones en redes sociales, ya que la falta de información y reflexión sobre lo que ven en series, películas o redes puede dejarlos vulnerables, con una visión distorsionada de la realidad".
Pero, además de las familias, y como bien señalaba Laura Baena, en El pánico está servido con 'Adolescence', la serie de la que todo el mundo habla, el cambio depende de la implicación de todas las partes, de la educación, de las familias, pero también, y sin ello es imposible, de los Gobiernos, la legislación y su cumplimiento y sobre todo de la regulación de los contenidos y límites a plataformas, cuentas y perfiles".
Cómo acompañar a nuestros adolescentes
El acompañamiento en redes sociales, asegura Igartua, debe ser respetuoso. Es decir, "no se trata de vigilar ni de perseguir, sino de estar presentes y ser conscientes de lo que les preocupa o interesa en las redes". Por ejemplo, podemos preguntarles sobre los creadores de contenido que siguen o cómo se sienten con lo que ven. Esto ayudará a involucrarse de manera respetuosa, sin invadir su privacidad.
Por otro lado, es igualmente importante "fomentar un pensamiento crítico: enseñarles a cuestionar lo que consumen y a reflexionar sobre las consecuencias de sus decisiones en las redes. Esto les ayudará a tomar mejores decisiones y a evitar situaciones manipuladas o negativas. También hablar con ellos sobre el impacto de las redes sociales en su autoestima es clave para que puedan tomar decisiones saludables".
Igualmente es clave fomentar una comunicación empática y asertiva, enseñarles habilidades sociales y una buena inteligencia emocional: "Todo esto les ayudará a identificar cuándo están siendo objeto de manipulación o acoso, o incluso a reconocer cuando están adoptando conductas agresivas o dañinas hacia otros y que pueden posicionarles en el rol de agresores", afirma la psicóloga.
Pero también, como familias y adultos de referencia, debemos dar ejemplo. Esto es, ser buenos modelos: "Los padres/adultos debemos reflexionar sobre nuestro propio uso de las redes sociales, ya que somos el modelo que nuestros hijos imitan. Predicar con el ejemplo es esencial para enseñarles a tener un uso responsable y equilibrado".
Y por último, debemos ofrecerles alternativas de ocio fuera de las pantallas, como practicar deportes, leer o pasar tiempo con amigos y familia: "Un equilibrio entre el mundo digital y las relaciones interpersonales favorece una vida más sana y enriquecedora", concluye Igartua.