España es un país de sol. De mucho sol. Sin embargo, hasta el 50% de la población tiene falta de vitamina D, es decir, no llega a los niveles recomendados que se deben alcanzar, algo que se puede observar y comprobar en un simple análisis de sangre.
Los niveles recomendados de vitamina D, según las recomendaciones son, tal como informa la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), mantenerse en concentraciones de vitamina D en sangre de entre 30 y 70 ng/ml. Niveles por debajo de 20 ng/ml son indicativos de insuficiencia y por debajo de 10 ng/ml de deficiencia".
Esta vitamina, según expone la SEEN, es clave en la mineralización ósea en todas las edades, en la regulación de los niveles de calcio, en la estimulación de su absorción a nivel intestinal y para favorecer su reabsorción a nivel renal.
Es cierto que la vitamina D también se sintetiza a través de la dieta, más en concreto a través de losalimentos que la contienen (sobre todo, pescados azules y lácteos), pero sólo en un 10-20%; el 80-90% restante se sintetiza a través del sol.
Pero ¿por qué en un país como España, con tantos días de sol al año, el 70% de la población tiene falta de esta vitamina? Es más, según datos expuestos en el 23º Encuentro SAME, "4 de cada 10 españoles menores de 65 años presentan deficiencia de vitamina D y se han descrito concentraciones por debajo de 20 ng/ml en un 80-100% de las personas mayores de 65 años".
¿De qué depende la producción de vitamina D en cada persona?
Según explica a laSexta.com la Dra. Silvia P. González, Ginecóloga Jefa clínica de la Unidad de Menopausia y Osteoporosis de HM Gabinete Velázquez de Madrid, "por un lado, la producción de vitamina D depende de la persona, en cuanto a la cantidad de piel expuesta, de la edad y del tono de piel (fototipo)".
Por ejemplo, añade la experta, "en un joven con el 72% de la superficie de la piel expuesta, conseguiríamos producir la vitamina D necesaria en 20 minutos, mientras que en una persona anciana con un 12% de superficie corporal expuesta, podríamos tardar hasta 7 horas en lograrla".
Por un lado, la producción de vitamina D depende de la persona, en cuanto a la cantidad de piel expuesta, de la edad y del tono de piel (fototipo)
Y por otro lado, "depende también del ángulo con el que inciden los rayos solares, de forma que la producción de vitamina D es diferente según el momento del día y la estación del año (solo a mediodía y en verano el sol incide de la forma óptima para esta producción) y depende de la latitud geográfica (la mayor parte de España se encuentra por encima del paralelo 35 norte, lo que condiciona también menor producción de vitamina D cutánea)", explica.
Además, y otra de las razones, es que "los protectores solares, que deben usarse para reducir el riesgo de diferentes cánceres de piel, inhiben al mismo tiempo la síntesis de vitamina D cutánea", añade la experta. Y no, "no debemos nunca recomendar tomar el sol sin protección solar porque ello aumenta el riesgo de cáncer cutáneo, especialmente de uno, extremadamente grave, que es el melanoma". Es por ello, insiste la doctora que "siempre debemos usar protección solar".
"Cuando tomamos el sol con protector solar, el cual debemos aplicarlo correctamente, debemos entender que se limita el efecto solar proporcionalmente al factor de protección. Es decir, un fotoprotector de 50 incrementa en 50 veces la resistencia de la piel a los efectos solares, sea a quemaduras o a producción de vitamina D", señala.
Pero además, incluso en condiciones de alta exposición solar, "la producción de vitamina D alcanza un máximo por encima del cual no se produce más (esto se dedujo a raíz de estudios estadounidenses realizados en personas practicando surf en sus playas, donde los niveles de vitamina D alcanzados en sangre no era tan elevados como se esperaba)".
En este sentido, las recomendaciones de los dermatólogos de la Fundación Española de Piel Sana que vimos en el artículo ¿Cuánto sol tenemos que tomar al día para conseguir la vitamina D que necesitamos? eran las siguientes; eso sí, dependiendo de la ciudad en la que vivamos, bastará con más o menos tiempo: "En verano con ponernos al sol unos 10-15 minutos sería suficiente y en invierno unos 20-30 minutos, unas 3 veces por semana", explicaba en dicho artículo el Dr. Agustín Buendía, dermatólogo de la Academia Española de Dermatología (AEDV).
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Y en el caso de no conseguir los niveles adecuados (que se observan en un análisis de sangre), podemos recomendar suplementos de vitamina D, por si la persona lo necesitase, tanto por las condiciones que hemos comentado antes como por otras de carácter individual, concluye la doctora Martínez. Los suplementos siempre serán recetados por profesionales médicos y ellos indicarán, en cada caso, cómo tomarlos.