El colesterol es uno de los principales factores de riesgo cardiovasculares y en España, más del 50% de la población tiene los niveles de colesterol LDL, conocido como 'colesterol malo', por encima de los recomendados (el colesterol debe estar por debajo de 200 mg/dl), algo que aumenta el riesgo de tener o desarrollar enfermedades cardiacas o cardiovasculares. Ahora, y según un nuevo estudio, tener el colesterol alto aumenta también el riesgo de demencia como por ejemplo, la enfermedad de Alzhéimer.

Un metaanálisis publicado este miércoles por la revista científica 'The Lancet' y liderado por la investigadora y psiquiatra Gill Livingston, del Departamento de Salud Mental del University College London, expone que tanto la pérdida de visión como tener el colesterol alto son factores de riesgo para desarrollar demencia. Eliminando dichos factores podría reducirse los casos de demencia un 2 % y un 7%, respectivamente.

Estos dos aspectos se suman a otros 12 factores de riesgo que ya fueron mencionados y estudiados en un informe publicado en 2020: inactividad física, pérdida de audición, consumo excesivo de alcohol, obesidad o poco contacto social, hipertensión, diabetes, pérdida de audición, depresión, contaminación y menor educación. Según expone este nuevo estudio, casi la mitad de los casos de demencia podrían evitarse (o retrasarse) si se controlasen estos factores de riesgo.

Este nuevo estudio lo que hace es por tanto, "incluir dos nuevos factores de riesgo no considerados hasta el momento como son la pérdida de visión y los niveles altos de colesterol. De este modo, se recomienda realizar cambios en los hábitos de vida lo antes posible para prevenir o incluso mejorar los síntomas clínicos del alzhéimer, ya que estas acciones también benefician la salud general", comenta a SMC EspañaInés Moreno, profesora titular de la Universidad de Málaga.

Así -añade esta profesional- "es necesario tener en cuenta que la prevención y las intervenciones no solo deben realizarse por el propio individuo, sino que también deben ser apoyadas por políticas gubernamentales a nivel local e internacional, focalizadas en los grupos de alto riesgo".

Hay factores de riesgo que sí son modificables

Es importante tener en cuenta que aunque existen factores de riesgo para la demencia que no se pueden modificar como son el envejecimiento y el sexo, "hay otros que sí pueden reducirse o evitarse, representando hasta el 45 % de las probabilidades de desarrollar alzhéimer de inicio tardío o esporádico", apunta Moreno.

Por su parte, tal como explica también a SMC España, la presidenta de la Asociación Británica de Neurociencias, Tara Spires Jones, jefa de grupo en el Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido y directora del Centre for Discovery Brain Sciences de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), "el estudio de estos dos factores de riesgo (colesterol y pérdida de visión), concuerda en gran medida con las investigaciones anteriores".

Estudios que indican que -continúa Spires Jones, "mantener el cerebro activo y evitar los factores de riesgo vascular derivados de un estilo de vida sedentario y una dieta inadecuada es bueno para reducir el riesgo de demencia".

No obstante, la experta destaca que aunque "hasta la mitad de los casos de demencia podrían prevenirse cambiando los factores de riesgo modificables, la otra mitad de las personas con demencia probablemente desarrollaron la enfermedad cerebral por razones inevitables relacionadas con factores que escapan a su control, como la genética".

Cómo controlar y reducir el colesterol

Una de las claves fundamentales para cuidar el colesterol es tomar y seguir a rajatabla la medicación, en el caso de tener pautada por nuestro médico un fármaco para reducirlo. Sean vacaciones y festivos. Es importante no olvidarnos nunca de la medicación.

En segundo lugar, es fundamental seguir hábitos saludables en cuenta a alimentación y ejercicio físico. Con respecto a la primera, tal como explicaba en Cómo bajar el colesterol, la Fundación Española del Corazón (FEC), lo mejor es seguir una alimentación lo más se acerca a nuestra dieta mediterránea.

Algunos consejos que exponía la FEC en dicho artículo eran los siguientes: consumir productos frescos y de temporada, incluyendo huevos (si tenemos el colesterol alto, podemos tomar 2-3 huevos a la semana, salvo contraindicación de nuestro médico/a); intentar reducir lo más posible aquellos productos procesados que contengan mucha sal y muchas grasas y por último, eliminar lo máximo posible los productos ultraprocesados y las grasas saturadas presentes sobre todo en carnes rojas y embutidos.

Con respecto al ejercicio físico, es clave realizarlo de forma regular, siempre en sitios aclimatados para ello (evitando salir a la calle en horas de calor) y siguiendo las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto es, realizar actividades aeróbicas de forma moderada entre 150-300 minutos semanales o de forma vigorosa entre 75 y 150 minutos a la semana, y dos sesiones semanales de ejercicio de fuerza.

Por último y en tercer lugar, es importante hacernos revisiones de forma rutinarias, en este caso vale con realizarnos un análisis de sangre para tener el colesterol controlado, especialmente en aquellos casos en los que se tiene el colesterol alto, es decir, tener los niveles de colesterol por encima de 240 mg/dl. Hay que procurar tener el colesterol por debajo de los 200mg/dl.