El dolor lumbar es uno de los dolores espalda más frecuentes en la población española. Según explican los profesionales de la Sociedad Española de Reumatología (FER), un 80% de las personas sentirá dolor de espalda en algún momento de la vida y el 23% tendrá algún episodio de dolor lumbar crónico, esto es, dolor persistente de más de 3 meses de duración. Y además, en 11-12% de la población el dolor lumbar producirá, en alguna ocasión, limitación de las actividades.
Por ello, y dentro de la campaña'Reumafit', de la Fundación Española de Reumatología (FER), cuyo objetivo principal es concienciar y poner de manifiesto la importancia de realizar actividad física y ejercicio en todos los pacientes con enfermedades reumáticas, se ha ampliado el contenido para pacientes con dolor lumbar. Y una de las claves más importantes para mejorar el conocimiento de la sociedad en general con respecto al dolor lumbar o lumbago, es desterrar o rebatir falsas creencias como la necesidad de hacer reposo prolongado y evitar los movimientos de la columna al tener dolor lumbar.
Ya que, por el contrario, "se ha demostrado que evitar el reposo en cama e intentar volver lo antes posible a la actividad facilita la recuperación", explica la Dra. Raquel Almodóvar, reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid) y una de las coordinadoras de 'Reumafit'.
Se ha demostrado que evitar el reposo en cama e intentar volver lo antes posible a la actividad facilita la recuperación del dolor lumbar
Tal como explica la doctora, se estima que el 15% de los casos de dolor lumbar se debe a un cuadro clínico específico que puede ser porespondiloartritis, patología discal, lumbociática, estenosis de canal o fractura vertebral osteoporótica. Y menos de 1 de cada 1.000 son casos de dolor lumbar como signo de alerta de un problema grave.
Lo más común es el dolor lumbar inespecífico o idiopático (no se puede establecer la causa), es decir, la estructura anatómica que está provocando el dolor.
En este sentido, "un importante avance es que se sabe que en la mayor parte de los casos no hay un daño permanente de alguna de las estructuras que constituyen la columna vertebral y que sea responsable del dolor", explica la doctora Almodóvar.
Recomendaciones para el dolor lumbar
1. Para dolor lumbar inespecífico: evitar el reposo
El dolor lumbar persistente rara vez se debe a un daño importante de los tejidos, por lo que "la resonancia magnética sólo es útil en una minoría de personas con dolor lumbar, el dolor lumbar que persiste en el tiempo puede ser, en ocasiones, preocupante pero rara vez es peligroso", sostienen los reumatólogos de la SER-FER.
Algunas cosas que debemos saber son:
- Tener dolor lumbar con algunos movimientos y al realizar determinados ejercicios no significa que se esté dañando la espalda.
- Tener periodos o momentos de dolor lumbar más intenso no significa que el daño de la columna esté aumentando, la edad tampoco es la causa de que el dolor lumbar persista en el tiempo.
- La causa del dolor lumbar persistente no son las malas posturas.
- Las infiltraciones o inyecciones en la columna o la cirugía habitualmente no curan el dolor de espalda.
- Desde hace años, se sabe que recomendar al paciente con dolor lumbar que intente mantenerse activo es mejor que aconsejarle realizar reposo prolongado.
Es fundamental evitar el reposo en cama e intentar volver lo antes posible a la actividad, ya que facilita la recuperación. "La actividad física tiene un efecto beneficioso sobre todos los tejidos del organismo y, especialmente, en los que forman el aparato locomotor. Se ha demostrado que la actividad física y el ejercicio son un aspecto esencial para la prevención y el tratamiento del dolor lumbar", insiste la doctora Almodóvar.
Así, "efectuar ejercicio físico de tipo aeróbico o cardiovascular (caminar, correr, nadar…) de forma habitual, así como realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la cadera y del tronco, disminuye el riesgo de tener dolor lumbar (posee un efecto preventivo)", añade.
Igualmente, detalla la experta, "se recomienda que las personas con dolor lumbar traten de sacar el máximo partido a las medidas sencillas que carecen de efectos secundarios y a lo que puedan recurrir de forma independiente, ya sea la aplicación de calor local, los programas de ejercicio terapéutico (yoga, pilates…) o caminar.
2. Para dolor lumbar por fractura vertebral osteoporótica
En estos casos, y según explican desde la SER, en la fase inicial, debido a la limitación por el dolor, puede ser necesario permanecer en reposo los primeros días hasta que el dolor permita realizar pequeños paseos que se irán incrementado según la tolerancia, porque el ejercicio realizado de forma regular, como caminar, es útil para mantener la densidad de los huesos.
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Una vez superado el periodo de dolor intenso, "se les debe proponer un programa que combine ejercicios de fortalecimiento y de equilibrio, con la finalidad de mejorar la fuerza muscular y disminuir el riesgo de nuevas caídas. Dos ejercicios sencillos para comenzar son el ejercicio de báscula pélvica tumbado en el suelo y el ejercicio de elevación del tronco tumbado. Estos programas específicos de ejercicios pueden ayudar a reducir también las necesidades de analgésicos", concluye la doctora.