No te das cuenta hasta que te haces mayor de la importancia que pueden tener en un momento de tu vida los Juegos Olímpicos (JJOO), el mayor evento deportivo de la historia. Puede que el primer contacto con la gran mayoría de deportes diferentes al fútbol, el baloncesto, el tenis y algún otro más, lo tuvieras en un verano, gracias a los JJOO.

Puede que recuerdes con cariño y nostalgia cómo tu padre o tu hermana mayor te ponían por televisión deportes que jamás habías visto y, de repente, te quedabas muy quieto y con los ojos muy abiertos durante largo rato viendo los saltos de trampolín o te sorprendías gritando por toda la casa que España había ganado una medalla olímpica en 1.500 metros lisos. Y cómo no recordar (para aquellos que tuvimos la suerte de vivirla) aquella mágica Barcelona 92.

Pero no solo de niños, también ahora ya de adultos, y muy adultos, nos damos cuenta sin querer que nos hemos pasado media tarde en el sofá viendo los Juegos Olímpicos sin hacer otra cosa más que eso, o casi llorando cuando la gran Carolina Marín se lesiona y se retira en semifinales viéndose obligada a abandonar París 2024, apartándola del que, casi seguro, sería su segundo oro olímpico.

¿Por qué es que aunque no nos guste el deporte o no lo entendamos, no sólo vemos sino que disfrutamos los Juegos Olímpicos? Es más, un dato curioso: según una encuesta de YouGov, publicada en abril 2024, que recoge Newtral en un gráfico, los españoles somos el tercer país con más seguimiento previsto delos JJOO de París. Y en los anteriores Juegos de Tokio de 2020, más de un tercio de la población mundial siguió la cita olímpica, por televisión o por móvil.

Los 3 motivos por los que nos gustan los Juegos Olímpicos

1. Nostalgia y recuerdos de nuestra niñez

"Los JJOO son un evento que nos ha acompañado desde que tenemos memoria. A lo largo de nuestra vida, podemos tener imágenes en la retina de eventos significativos que han ocurrido en estas competiciones. Esto puede hacer que, aunque no sigamos dichos deportes regularmente, sintamos cierta atracción por el espectáculo y la emoción que despiertan las Olimpiadas", explica a laSexta.com José G. Donate, psicólogo especialista en Psicología Deportiva de Instituto Centta.

"El haber podido compartir momentos de las Olimpiadas en nuestra infancia junto con familiares puede hacer que este evento tenga un significado emocional especial para nosotros, y que al verlos de nuevo nos traslade a esos recuerdos de nuestra niñez", añade Donate.

Además, y como explica por su parte la psicóloga Cecilia Martín, psicóloga del Instituto de Psicología Psicode, los JJOO son siempre en verano, en época de vacaciones donde las familias compartimos más tiempo juntos.

"Ver los juegos olímpicos se convierte en una actividad familiar donde todos vamos en el mismo equipo. Fomentan la conexión con la familia y solemos guardar esos momentos en nuestra 'caja de los buenos recuerdos' cada cuatro años. ¿Quién no tiene buenos recuerdos de su infancia, durante el verano, viendo los juegos olímpicos? . Es una actividad de ocio que entretiene a la familia y nos hace sentirnos más unidos porque tenemos un interés común muy emocionante", afirma Martín.

2. Sentimiento de pertenencia

Otro de los motivos por los que, según ambos expertos, se puede explicar esa sensación de disfrute y bienestar que nos da ver los Juegos Olímpicos, aunque nos nos guste o no sigamos demasiado el deporte, es el sentimiento de pertenencia. "Sentirnos que pertenecemos a un grupo reduce el estrés, la depresión y la sensación de soledad", afirma Donate.

Y es que, "sentirnos parte de algo es clave en el desarrollo de la identidad y la autoestima. En este sentido, los/as atletas en los Juegos Olímpicos compiten representando a sus países, lo que hace que quienes no siguen estos deportes con normalidad puedan llegar a sentir un vínculo con sus compatriotas, animándoles a seguir y apoyarles", añade el psicólogo.

Igualmente, destaca por su parte Martín que la pasión por los Juegos Olímpicos tiene una importante base psicológica porque contribuye al sentido de identidad y pertenencia que necesitamos los seres humanos, ya que somos seres sociales por naturaleza que necesitan sentirse pertenecientes a grupos sociales o comunidades.

"Las medallas ganadas se viven con orgullo propio porque el espectador se siente identificado con el atleta que representa a su país. Además de ver las competiciones, en las que queremos ver ganar a nuestros deportistas, también conocemos su historias personales, su esfuerzo y los sacrificios que han hecho para llegar donde están. Esas historias de vida nos conectan emocionalmente con el deportista y se convierten en nuestros modelos a seguir, inspirándonos para que nos esforcemos en conseguir nuestros logros", explica la psicóloga.

3. Evento mundial y de gran impacto mediático

Por último, los Juegos Olímpicos de París 2024 -y los de otro años- son el mayor espectáculo deportivo del mundo, una cita mundial inigualable que se comprueba cada vez en la mítica ceremonia de inauguración. Y como hemos recalcado antes, hasta un tercio de la población mundial los sigue a través de los diferentes medios que tenemos ahora para verlos.

Es un momento en que no solo el deporte sino, en general, las diferentes culturas del mundo cobran una relevancia especial. Hay deportistas hoy como Simon Biles, o en su día Michael Phelps (considerado el mejor atleta olímpico) o Usain Bolt que acaparan horas y horas de televisión a nivel mundial, no solo en sus países, siendo verdaderos iconos olímpicos y estrellas a nivel mundial.

Es precisamente esto, el que los JJOO sean seguidos a gran escala y tengan este gran impacto mediático, "lo que puede lograr que, a través del extenso ruido mediático que provocan, personas que no siguen estos deportes regularmente sientan cierto grado de interés en seguirlos", explica Donato.

Al fin y al cabo, "los JJOO crean un sentido de comunidad global que "nos hace sentirnos partícipes de algo más grande que celebra la paz y el respeto por otras culturas y países, a través del deporte", finaliza Martín.