La limpiezaadecuada del aparato de aire acondicionado ofrece numerosas ventajas. Quizás si las conoces seas capaz de vencer la pereza que suele dar realizar esta tarea, que es conveniente llevar a cabo más a menudo de lo que piensas.
Al mantener limpia la unidad, lograrás que funcione correctamente. La buena noticia es que limpiar el aire acondicionado es rápido y fácil. Sigue leyendo para descubrir cómo hacerlo y con qué frecuencia.
Ventajas de limpiar el aire acondicionado
Al ser responsable y llevar a cabo un buen mantenimiento de tu aire acondicionado de ventana, podrás disfrutar de los siguientes beneficios:
- Prolongar la longevidad: con la limpieza evitarás el desgaste prematuro de los componentes, lo que resultará en una vida útil más larga.
- Menos necesidad de reparaciones: al eliminar la acumulación de suciedad y obstrucciones, disminuirás la probabilidad de tener problemas mecánicos y evitarás reparaciones.
- Reducir tu factura energética: un aire acondicionado limpio y sin obstrucciones funciona de manera más eficiente.
- Prevenir el moho: la limpieza regular de tu unidad de aire acondicionado evita la acumulación de humedad y suciedad, lo que ayuda a prevenir la formación de moho.
- Un aire más limpio: al mantener tu aire acondicionado limpio, lograrás que el aire que circula en tu habitación esté libre de partículas de polvo y otros contaminantes.
Aprende cómo limpiar tu aire acondicionado
La respuesta a cada cuánto tiempo hay que limpiar el aire acondicionado dependerá del uso que se le dé al aire acondicionado en cuestión. No es lo mismo uno de oficina que funciona cada día, que se debería limpiar cada dos o tres meses; que el de una casa, que se recomienda limpiar una vez al año.
Lo ideal es hacer la limpieza del aire acondicionado antes de su primer uso de la temporada.
Limpieza adecuada del aire acondicionado: consejos para unidades de ventana y sistemas centrales:
- Cuando se trata de unidades de aire acondicionado de ventana o individuales (los de split), se deben limpiar aproximadamente cada dos semanas.
- Para las unidades de aire acondicionado central, es aconsejable que un profesional inspeccione y limpie el sistema al menos una vez al año. Estos expertos pueden verificar los niveles de refrigerante, detectar posibles fugas y limpiar las bobinas para asegurarse de que el sistema funcione de manera óptima.
Cómo limpiar una unidad de aire acondicionado
En este caso vamos a dejaros la guía para limpiar el aire con un poco de jabón para lavar los platos. No hace falta complicarse la vida. Sigue estos pasos:
1.Apaga el aparato: por precaución siempre es una buena idea apagar la energía y desenchufar el cable antes de trabajar en una unidad eléctrica.
2.Retira y limpia la cubierta: según sea tu unidad, habrá una cubierta frontal asegurada con pestañas, perillas o tornillos. Consulta el manual de tu aire acondicionado para confirmar cómo quitar la cubierta frontal.
3.Retira y limpia el filtro: el filtro suele estar en la parte frontal de la unidad. Si tienes dificultades para encontrarlo, consulta el manual. Retira el polvo del filtro con un paño, enjuágalo con agua tibia y jabón suave, y deja que se seque completamente antes de colocarlo nuevamente en la unidad.
4.Localiza y limpia las bobinas: casi todos los aires acondicionados de ventana tienen dos conjuntos de bobinas: las bobinas evaporadoras en la parte frontal (interior) y las bobinas condensadoras en la parte posterior (exterior). Límpialas con un cepillo suave o un paño. Limpia cualquier suciedad adicional con una botella rociadora llena de agua ligeramente jabonosa. Si la suciedad es difícil de quitar, agrega un poco de detergente suave o jabón para platos a la botella, pero no demasiado para evitar mucha espuma.
5.Seca con un paño limpio: todas las partes de la unidad deben estar secas. Luego, vuelve a colocar la cubierta frontal.
6.Limpieza del desagüe: no lo pases por alto porque es una posible causa de malos olores. Si está atascado, soplar con fuerza por el tubo puede ser una solución sencilla.
Siguiendo estos pasos podrás mantener tu unidad de aire acondicionado limpia y en buen estado de funcionamiento
Cómo limpiar una unidad central de aire acondicionado
Te explicamos cómo hacerlo pero, en el caso de que tu máquina esté en el techo u otro lugar difícil de acceder, lo mejor es que se lo dejes a los profesionales, que siempre harán una limpieza más eficaz.
1.Apaga la unidad: una vez apagado, localiza las rejillas de ventilación. Dependiendo de la construcción de tu hogar, pueden estar ubicadas en las paredes, debajo de las ventanas, en el techo o en el suelo.
2.Retira la cubierta de la rejilla: es posible que necesites usar un destornillador para desenroscarla o simplemente usar pestañas para abrirla.
3.Retira y limpia el filtro: el filtro está justo detrás de la cubierta de la rejilla.
•Si tienes un filtro lavable en la rejilla del aire acondicionado, sigue los pasos anteriores (en Cómo limpiar una unidad de aire acondicionado de ventana) para limpiarlo.
•Si no tienes un filtro reutilizable, simplemente reemplaza el filtro viejo por uno nuevo, asegurándote de que las flechas en el filtro estén orientadas en la dirección correcta.
4.Apaga la unidad exterior: debes encontrar el interruptor de la unidad exterior, que generalmente se encuentra debajo de una tapa con bisagra cerca de la unidad condensadora.
5.Retira la parte superior de la unidad condensadora: usa una aspiradora para eliminar hojas, hierba, suciedad u otros escombros en o alrededor de la unidad.
6.Rocía la unidad con agua: usa una manguera para eliminar la suciedad restante, pero sin mojar la caja eléctrica.
7.Deja que se seque: espera de 30 a 60 minutos para que la unidad condensadora se seque completamente antes de encenderla.
Ante cualquier duda, lo mejor que puedes hacer es seguir las recomendaciones del fabricante y buscar asistencia profesional cuando sea necesario.
Influye la genética
La obesidad tiene memoria: científicos españoles y suizos confirman la existencia del efecto yo-yo
¿Cómo le afecta a estas personas? Pese a que se someten a operaciones o a dietas estrictas, posteriormente, son más propensos a volver a engordar. Se debe a la memoria de las células.