Los seres humanos no solemos ser conscientes de que estamos en un sueño mientras soñamos. Sin embargo, a veces se produce una notable excepción y se puede recuperar la conciencia reflexiva mientras se sueña, lo que se conoce como sueño lúcido.
La mayoría de sueños lúcidos tienen lugar al final de la noche, casi en el despertar, en la frontera de la vigilia. Por esta razón, se suele hablar de sueños vívidos matinales.
No hay datos claros que expliquen por qué hay quien experimenta más sueños vívidos que otros. Se cree que aquellas personas con mayores competencias en metacognición (reflexionar sobre el propio pensamiento) tienen mayores probabilidades de experimentarlos.
La mayoría de personas tienen este tipo de sueños con poca frecuencia, sin embargo existe una variación sustancial en la frecuencia de los sueños lúcidos, que va, según las estimaciones actuales, desde quienes no los tienen nunca (40-50% de la gente) a mensualmente (aproximadamente 20%) hasta un pequeño porcentaje de personas que experimentan sueños lúcidos varias veces por semana o, en algunos casos, todas las noches.
Esta variación invita a preguntarse si la frecuencia de los sueños lúcidos está relacionada con diferencias individuales en las propiedades anatómicas o funcionales del cerebro.
Un estudio publicado por Nature mostraba pruebas de la implicación del córtex prefrontal anterior (CPFa) y del córtex parietal durante los sueños vívidos. En concreto, sus resultados decían que los sueños lúcidos frecuentes se asocian a una mayor conectividad funcional entre el CPFa y las áreas de asociación temporoparietal, regiones que normalmente están desactivadas durante el sueño.
Cómo son los sueños vívidos o lúcidos
Además de la conciencia metacognitiva del propio estado de conciencia, durante los sueños lúcidos también es frecuente recuperar la memoria episódica de la vida de vigilia, así como la capacidad de controlar voluntariamente las acciones dentro del sueño. Se ha demostrado que los sueños lúcidos son objetivamente verificables a través de señales de movimientos oculares volitivos que pueden registrarse en el electrooculograma durante el sueño REM verificado por polisomnografía.
Algunas características de los sueños lúcidos son:
- La persona que está soñando dispone de su libre albedrío.
- Cuenta con sus capacidades normales de raciocinio.
- Su percepción de los cinco sentidos es comparable a la de la vigilia.
- El soñante puede acceder a los recuerdos de los que dispone cuando está despierto.
- Cuando despierta, recuerda con claridad su sueño.
- El soñante es capaz de interpretar el sueño dentro del sueño mismo.
Hay algunas técnicas que se pueden utilizar para aumentar la probabilidad de tener un sueño lúcido. Te dejamos este artículo por si quieres saber más sobre qué hacer para soñar con lo que quieres.
Qué significan los sueños lúcidos
Las personas que tienen sueños lúcidos pueden experimentar algunos de sus beneficios, como mejorar la capacidad de concentración y memorización, estimular la creatividad, reducir la ansiedad y el estrés, reducir las pesadillas y proporcionar un despertar más suave
Los riesgos del sueño lúcido
Aunque aún falta por conocer mejor el mecanismo de los sueños vívidos, algunos expertos citados por la Fundación del Sueño estadounidense, Sleep Foundation, sospechan que podrían tener consecuencias negativas. Los peligros potenciales más preocupantes del sueño lúcido son la alteración del sueño y los problemas de salud mental.
En cuanto a la alteración de los sueños, los sueños lúcidos incorporan patrones inusuales de actividad cerebral con elementos tanto del sueño como de la vigilia. En este sentido, el sueño lúcido puede concebirse como una forma híbrida de conciencia. Esto puede interferir con procesos que normalmente tienen lugar durante el sueño REM, sobre todo la consolidación de la memoria y la regulación emocional. Otros estudios han descubierto que un mayor número de sueños lúcidos se asocia a una menor calidad del sueño.
Algunos estudios también han sugerido una correlación entre la incidencia de los sueños lúcidos y ciertos trastornos de salud mental. En particular, una frecuencia elevada de sueños lúcidos se ha asociado con el trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad. Sin embargo, aún se necesita más investigación para determinar la naturaleza de esta relación.
Es importante recordar que la correlación no implica causalidad. No está claro si los sueños lúcidos causan estos trastornos, si estos trastornos aumentan la probabilidad de tener sueños lúcidos, o si ambos son síntomas de otra condición subyacente.