Lotería de Navidad

Por qué San Pancracio es el santo del dinero y de las administraciones de lotería

Su imagen se ha convertido en un emblema de la suerte y la esperanza durante las celebraciones de lotería, especialmente en momentos significativos como la Lotería de Navidad.

Lugar donde se afirma que San Pancracio fue decapitado, en su basílica en Roma.Lugar donde se afirma que San Pancracio fue decapitado, en su basílica en Roma.Wikimedia Commons

Puede que tengas una pequeña figura de San Pancracio con un ramillete de perejil al lado o, quizás con una moneda o un billete de lotería. Muchas personas en España conocen la tradición y se encomiendan a este santo en busca de mejorar su situación económica. Hay quien le pide un mejor trabajo, un golpe de suerte que cambie su vida y, en general, conseguir una mayor prosperidad.

Pero quizás te sorprenda saber que, pese a todas las supersticiones, la historia de San Pancracio, según la biografía de la Iglesia Católica, no explicaría demasiado esta función milagrosa relacionada con el dinero y tan ampliamente reconocida por la tradición local.

En este artículo te explicamos quién fue San Pancracio y por qué se le considera el santo del dinero y la buena suerte.

Por qué San Pancracio es el santo del dinero

Para conocer a San Pancracio debemos saber qué se sabe de su vida, aunque lo cierto es que su historia tiene múltiples versiones transmitidas a través de siglos.

San Pancracio murió muy joven, siendo solo un adolescente, a la edad de 14 años. No obstante, los Acta que narran su martirio no son contemporáneos a los hechos y se cree que fueron compilados definitivamente en el siglo VI.

Había nacido en Frigia, en la provincia romana del Asia Menor. Su madre, llamada Ciriada, murió en el parto y su padre murió cuando él tenía 8 o 10 años, según las fuentes, edad a la que se trasladó a vivir con su tío paterno y se mudaron a Roma.

Se cree que fue gracias a la influencia de un esclavo que ambos se convirtieron al cristianismo y decidieron despojarse de muchas posesiones para dárselas a los pobres. Cuando las autoridades paganas de Roma conocieron la historia, lo llevaron a la cárcel y lo condenaron a pena de muerte.

Cuando lo llevaban hacia el sitio de su martirio (en la vía Aurelia, a dos kilómetros de Roma) varios enviados del gobierno llegaron a ofrecerle grandes premios y muchas ayudas para el futuro si dejaba de decir que Cristo es Dios.

El valiente joven proclamó con toda la valentía que él quería ser creyente en Cristo hasta el último momento de su vida. Se cuenta que, antes de ser martirizado, Pancracio agradeció a sus verdugos que le permitieran ir tan pronto a encontrarse con su Señor Jesucristo. El verdugo le cortó la cabeza. Era un 12 de mayo de alrededor el año 287 d.C.

Allí en Roma se levantó un templo en honor de San Pancracio, en honor al joven valeroso que ofreció su vida por demostrar su fe en Dios y su amor por Jesucristo.

En el lugar de su martirio se puede leer todavía hoy: "Hic decollatus fuit Sanctus Pancratius" (Aquí fue decapitado San Pancracio). La cabeza del mártir fue posteriormente encerrada en un relicario que se venera en la Basílica. Los restos del cuerpo, sin embargo, se conservan en la urna bajo el altar mayor junto a las reliquias de otros mártires.

¿Qué milagros se le atribuyen a San Pancracio?

Aunque le conocemos como el santo del trabajo, el dinero o la buena suerte, la verdad es que a San Pancracio se le atribuyen milagros, especialmente relacionados con el castigo de los perjuros. Fuera de España se le invoca como patrón contra los falsos testimonios.

La asociación de San Pancracio con las víctimas de perjurio probablemente se deriva de su propia historia de martirio, ya que se mantuvo fiel a su fe cristiana a pesar de las amenazas y ofertas de clemencia. Los devotos creen que San Pancracio intercede para que la verdad salga a la luz en situaciones de injusticia. Al santo se le relaciona con la honestidad y el cumplimiento de las promesas.

¿Qué relaciona a San Pancracio con el dinero?

La imagen de San Pancracio a menudo se representa sosteniendo un libro con las palabras "Venite ad me et ego dabo vobis Omnia" (Venid a mí y os daré todo). Es precisamente esto lo que refuerza su papel como un santo al que se puede acudir en busca de ayuda.

Esta reputación ha contribuido a que San Pancracio sea venerado como el santo del trabajo y la salud, y como un defensor de la verdad y la justicia en situaciones donde la honestidad está en juego.

San Pancracio, el santo de la Lotería

En la cultura española, San Pancracio es considerado sobre todo como el santo del dinero y la suerte. Su figura es venerada especialmente durante la Lotería de Navidad, en espera de atraer la fortuna.

Estas creencias populares en torno a San Pancracio han dado lugar a rituales y tradiciones que se transmiten de generación en generación. La representación de San Pancracio ha evolucionado con el tiempo. Usualmente, se le representa como un joven con una palma que simboliza su martirio y una moneda que refuerza su vínculo con la fortuna.

La tradición sostiene que su invocación puede atraer oportunidades económicas y mejorar la suerte en los juegos de azar. Es común que muchas personas lleven consigo amuletos con la imagen del santo al participar en sorteos, especialmente durante la Lotería esperando el Gordo de Navidad.

Uno de los rituales más conocidos es el de colocar un ramo de perejil junto a la imagen de San Pancracio, ya que este simbolizaría la abundancia y la prosperidad. Con la misma esperanza se le colocan monedas, que representan el deseo de riqueza y estabilidad económica.

Las administraciones de lotería en España respetan las tradiciones en torno a San Pancracio, y suelen colocar su imagen como símbolo de esperanza y afluencia. Muchos empleados hacen rituales que involucran al santo para atraer más clientes.

Prender velas también es una práctica habitual entre los devotos de San Pancracio. Se utiliza una vela de color verde, todo acompañado por el ramo de perejil fresco.

En definitiva, las historias de devoción hacia San Pancracio, que incluyen anécdotas de personas que aseguran haber encontrado trabajo o suerte tras en comendarse a él, refuerzan la creencia en su poder. Y la tradición se sigue transmitiendo.