A pesar de estar alcanzando el final del verano, el sol parece que continúa con la aparente misión de derretirnos a todos y nosotros seguimos buscando maneras de mantenernos frescos.

Cada año, a muchos les surge la misma duda: "¿Debo abrir o cerrar las ventanas para mantener mi casa fresca?". Es una pregunta que ha generado debates dignos de un campeonato mundial de fútbol.

Pero no te preocupes, estamos aquí para ayudarte a resolver este dilema y darte consejos para que puedas mantener tu hogar habitable.

¿Es mejor abrir o cerrar las ventanas cuando hace calor?

Cuando hace calor en casa, la idea de abrir las ventanas para dejar entrar una brisa refrescante puede ser tentadora.

Sin embargo, los expertos lo tienen muy claro: mantener las ventanas cerradas puede ser tu mejor aliado en la lucha contra el calor.

Si el aire exterior es más caliente que el aire interior de tu casa, no abrir las ventanas ayuda a mantener un ambiente más fresco. Un termómetro de interior puede ayudarle a determinar si su casa está más fresca o más caliente que la temperatura exterior.

El viento, en el caso de que hubiera, sería caliente y solo contribuiría a elevar aún más la temperatura.

Ventanas y persianas: cierra todo a cal y canto

De hecho, no es solo que no haya que abrir las ventanas cuando hace calor, sino que debes aprovechar todo el poder de las persianas e incluso las cortinas para aislarte todo lo que puedas.

Cuando el sol está en su máximo esplendor, cerrar las persianas y cortinas puede marcar una gran diferencia en la temperatura interior. Aunque pueda parecerte un detalle sin importancia, la realidad es que, al bloquear la luz solar directa, estarás evitando que el calor se acumule en tu hogar.

¿Quieres llevarlo al siguiente nivel? Considera la posibilidad de utilizar cortinas opacas para bloquear completamente la luz del sol.

Por otro lado, si no lo has hecho antes, este es un buen momento para asegurarte de que tus ventanas y puertas estén correctamente selladas. Utiliza burletes o selladores para evitar filtraciones de aire caliente.

En los casos más severos, como por ejemplo en últimas plantas que sufren el sol durante todo el día, se puede estudiar la posibilidad de invertir en aislamiento térmico paredes y techos.

Existen opciones como paneles aislantes y materiales reflectantes de calor.

Consejos y trucos para mantener la casa fresca

Cuando se trata de mantener tu casa fresca en verano, es importante tener en cuenta una combinación de estrategias inteligentes. Experimenta hasta encontrar la combinación perfecta para ti. Estas son algunas ideas.

  • Ventilar la casa por la noche: decimos que no hay que abrir las ventanas, pero no es que no las abras nunca. Aprovecha para ventilar en las horas más frescas del día. Lo habitual es que eso sea por la noche o a primera hora de la mañana. Para asegurarte, puedes mirar la temperatura que hace en tu localidad en alguna aplicación o página web que ofrezca esta información. Es importante tener en cuenta la calidad del aire exterior antes de abrir las ventanas durante la noche. Puedes comprobar su estado en dichas páginas.
  • Utiliza ventiladores: son una excelente opción para mantener la casa fresca sin necesidad de utilizar aire acondicionado. Colocar ventiladores estratégicamente en las áreas más calurosas, como el salón o el dormitorio, puede ayudar a circular el aire y crear una sensación de frescura. Una buena estrategia es combinar un ventilador de techo y un ventilador de pie. Los ventiladores de techo distribuirán el aire fresco de manera uniforme, mientras que los ventiladores de pie pueden dirigirse hacia ti.
  • Evita el uso de electrodomésticos que generen calor: ya sabes, el horno, la televisión o el ordenador, generan calor cuando están en funcionamiento. Durante los días calurosos, es recomendable reducir su uso.
  • Aprovecha las plantas: no solo añaden belleza a nuestro hogar, sino que también pueden ayudar a refrescar el ambiente. Algunas plantas, como el helecho o la palma de bambú, tienen propiedades refrescantes.
  • Presta atención a tus sábanas: es recomendable utilizar sábanas de algodón o de materiales transpirables. Notarás la diferencia.
  • Apaga las luces: sobre todo las luces incandescentes emiten calor, por lo que es recomendable utilizar LED o fluorescentes, que generan menos calor y consumen menos energía. Además, apagar las luces cuando no se necesiten ayuda a reducir la temperatura en el interior de la casa.
  • Aire acondicionado: cuando todas las estrategias parecen fallar y el calor es implacable, el aire acondicionado se convierte en tu mejor amigo. Si estás dispuesto a invertir en un sistema de aire acondicionado, podrás disfrutar de un oasis fresco y confortable en tu hogar durante todo el verano. Sin embargo, antes de precipitarte a comprar un aire acondicionado, es importante tener en cuenta su impacto en el consumo de energía y en el medio ambiente. Opta por equipos de alta eficiencia energética.