Su figura representó como nadie el espíritu de la Ilustración y sus conocimientos de las teorías newtonianas y su experiencia naval aportaron numerosas mejoras técnicas en diversos ámbitos. Pero sobre todo participó en la gran expedición científica del siglo XVIII para determinar la forma del mundo y la medición del meridiano terrestre en 1734.
Existía un polémico sobre el tema de la forma de la Tierra que duraba ya más de un siglo y esta expedición sirvió para demostrar la verdadera forma de la Tierra
El sistema que siguieron para medir el meridiano consistía en una serie de triangulaciones que requerían establecer señales en las bases elegidas. Esta medición contribuyó a la hora de definir que la forma de la la Tierra era esférica achatada por los polos.