La velocidad de actuación es vital, recomiendan no tardar más de cinco minutos. Lo cuál, muchas veces, para los servicios de emergencias es un tiempo imposible.
Para que os hagáis una idea, si al lado de cada extintor hubiera un desfibrilador y personal con conocimientos mínimos en reanimación, podrían salvarse más de 4.500 vidas al año.
En nuestro país, tras un paro cardíaco, el índice de supervivencia se sitúa en el 4%, mientras en Estados Unidos el porcentaje puede llegar hasta el 50% y esto es así gracias a la presencia masiva de DESA o Desfibriladores.
En cuanto a Europa, España está a la cola en el número de desfibriladores instalados. En la geografía española hay 8.000 unidades frente a los 90.000 que hay en Francia, los 60.000 de Alemania y los 50.000 existentes en Reino Unido 50.000.
El motivo principal de la poca existencia de Desfibriladores en España
En España no hay una clara posición legal a la hora de disponer de un desfibrilador. La legislación existente no es más que un conjunto diferentes y desiguales normativas en las comunidades autónomas
En la actualidad sólo 4 Comunidades Autónomas regulan su instalación en espacios públicos y hay un decreto de 2009 incentiva la instalación de desfibriladores semiautomáticos fuera del ámbito sanitario en toda España.
Pero hay otros motivos, como la escasa concienciación, conocimiento y ausencia de campañas para promover su uso.