El asma continúa siendo la enfermedad respiratoria más prevalente pero la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la que presenta un índice de mortalidad más elevado.
Este análisis se ha llevado a cabo sobre la carga mundial de enfermedades 2015 que continúa situando a la EPOC como la cuarta causa de muerte en el mundo, incluso por detrás de cardiopatía isquémica, el cáncer y las neumonías.
En el 2015, la EPOC causó la muerte de 3,6 millones de personas en todo el mundo, mientras que el asma provocó 400.000 defunciones. Además, la prevalencia de ambas enfermedades ha crecido desde 1990, un 44,2% en el caso de la EPOC y un 12,6% en el del asma.
"Los números de casos absolutos en todo el mundo han aumentado porque hay más población y a su vez más población envejecida, pero cuando evaluamos la tendencia epidemiológica de ambas enfermedades por tasas de edad estandarizadas, vemos que en realidad se han vuelto menos comunes y menos mortales desde 1990", según Joan Soriano, epidemiólogo y primer firmante de este estudio.
En España, el número de fallecidos por enfermedades del sistema respiratorio se incrementó un 18,3% en 2015, hasta situarse con una tasa de 111,7 muertes por cada 100.000 habitantes, Y aunque la más prevalente es el asma, con 3,1 millones de afectados, la EPOC tiene ya 2,9 millones de pacientes.
Por otro lado, los principales factores de riesgo de la EPOC son: el tabaco y la contaminación del aire y las del asma están más relacionados con pólenes y alérgenos aunque también contribuye el tabaquismo y la exposición a ciertos alérgenos en interiores o en la naturaleza.
"Es crucial que las personas expuestas a estos factores de riesgo acudan a un neumólogo y se sometan a una evaluación de la función pulmonar, pues tanto la EPOC como el asma se pueden diagnosticar con una espirometría y son tratables", según Soriano.
En el caso de la EPOC, ha apuntado este experto, el diagnóstico es vital para controlar la enfermedad, porque el daño que se va produciendo en el tejido pulmonar "llega a ser irreversible y se añade al proceso natural del envejecimiento".
De hecho, ambas enfermedades son una importante causa de discapacidad, ya que en 2015 la EPOC causó el 2,6% de los años de vida ajustados o perdidos por discapacidad (AVAD), mientras que el asma se asoció al 1,1%.
En España diversos estudios apuntan que hasta el 73% de los pacientes que sufren EPOC están sin diagnosticar y, aunque el asma sea menos mortal, los neumólogos destacan que no se debe restar importancia a las crisis asmáticas puesto que cerca de un 2% de los ingresos en hospitales españoles están producidos por crisis asmáticas y el 80 % son evitables, ya que se deben a un mal control del asma.