Hasta el momento, los expertos si habían conseguido preservar órganos a temperaturas muy bajas y poder utilizarlos posteriormente para algún posible trasplante pero, siempre ha resultado más complicado poder descongelarlos sin causar grietas en aquellos tejidos más frágiles.
Para conseguirlo, los científicos de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, se han basado en un método de calentamiento que utiliza nanopartículas de óxido de hierro que lo que hacen es rodear a esos tejidos congelados y actúan como si fueran un calentador.
De esta manera, los investigadores hasn sido capaces de calentar las válvulas y los tejidos de, por ejemplo, corazones congelados de animales sin causar ningún tipo de daño a los tejidos.
"Es el primer paso práctico para tener un banco de tejidos", ha defendido Caitlin Czajka, editor de la revista científica que ha publicado el trabajo.
Actualmente, más del 60% de los corazones y los pulmones donados cada año se pierden porque sólo pueden mantenerse en hielo durante cuatro horas antes de que empiecen a deteriorarse.
En otros estudios anteriores sólo fue posible recalentar, aproximadamente, 1 mililitro de tejido, pero en este trabajo fueron capaces de recalentar las arterias y las válvulas cardíacas en viales de 50 mililitros.
Por el momento, este equipo de expertos trabajan para desconglear riñones de conejo y creen que, muy pronto, podrían aplicarlo a otros órganos má grandes, aunque todavía necesitan seguir investigando antes de probarlo en órganos de seres humanos.
PROBADO EN ANIMALES
PROBADO EN ANIMALES
Desarrollan un método para la conservación, a largo plazo, de órganos para trasplantes
Podríamos estar más cerca de poder congelar órganos de animales para trasplantes. Un grupo de científicos de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) han desarrollado un nuevo método para descongelar órganos o tejidos criopreservados, sin dañarlos como sucede actualmente, según informan en un artículo publicado en la revista 'Science Translational Medicine'. Se trata de una gran avance ya que, en la actualidad, más del 60% de los corazones y pulmones sólo pueden mantenerse en hielo durante cuatro horas antes de que empiecen a deteriorarse.