LaFundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)así lo ha declarado en la presentación de su campañaEuromelanoma 2023. Y es que en España se diagnostican más de 78.000 nuevos casos cada año de esta patología, que al mismo tiempo afecta al 1,7% de la población europea.
A pesar de que es uno de los tipos de cáncer más prevenibles, los datos de incidencia reflejan una tasa de unos 120 casos por cada 100.000 habitantes para los carcinomas basocelulares y de unos 40 caso por cada 100.000 habitantes para los carcinomas escamosos de piel, mientras que la tasa de incidencia del melanoma baja a 12 casos por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, la mortalidad no se ha conseguido reducir y el 20% de los melanomas crecen muy rápido y solo pueden detectarse mediante autoexploración. Es por eso que la Fundación Piel Sana ha querido poner el foco en los adolescentes y adultos jóvenes, con el objetivo de incidir en la mejora de sus hábitos de exposición solar y prevenir el cáncer de piel, transmitiendo la importancia de autoexplorarse.
Pero para ello hace falta un cambio cultural a fin de dejar de asociar el bronceado con la belleza y la salud porque el bronceado es un mecanismo de defensa de la piel frente a la quemadura solar.
Algunos de los factores de riesgo a la hora de padecer cáncer de piel son tener la piel clara, los ojos claros, el cabello rubio o pelirrojo, contar con muchos lunares, tener algún familiar diagnosticado de cáncer de piel, o utilizar cabinas de rayos UVA.
Hábitos dermosaludables de protección
Los hábitos de la infancia y la adolescencia pasan factura a lo largo de la vida y la radiación ultravioleta se va acumulando a lo largo de los años, por eso es muy importante evitar la quemadura solar, es decir, no hay que evitar las actividades al aire libre, sino que hay que realizarlas con una adecuada protección que se aplique cada dos o tres horas.
Por ello, la exposición solar debe realizarse de forma gradual para facilitar la adaptación de la piel y favorecer los mecanismos naturales de defensa, evitando la exposición directa en las horas centrales del día.
Además, no hay que olvidar que algunas superficies como la arena, el agua, la nieve o la hierba reflejan la radiación como si fuesen un espejo, aumentando así la intensidad de la radiación que recibe nuestra piel. Por eso la aplicación de cremas de protección solar de amplio espectro y repetir su aplicación es clave en la prevención.
Del mismo modo, no hay que olvidar recurrir a los espacios de sombra y a las medidas físicas utilizando prendas que tengan un efecto protector testado ayudándonos de una gorra o un sombrero con ala ancha y gafas de sol homologadas.
El melanoma afecta a todos los tipos de piel
Aunque es más frecuente en la edad avanzada, algunos tipos de melanoma se diagnostican en pacientes muy jóvenes, pudiendo afectar a todos los tipos de piel. En este sentido, es muy importante autoexplorarse desde una edad temprana.
Dedicando unos minutos al mes a explorar nuestra piel se puede prevenir y tratar eficazmente la mayoría de los casos de cáncer de piel si se detectan a tiempo, permitiendo la detección de cambios y nuevas lesiones con más facilidad.
Sin embargo, hay que hacer hincapié en las áreas de piel que no se ven durante nuestra vida rutinaria y se recomienda realizarla ante un espejo y con la ayuda de otro espejo de mano, y sin olvidar zonas como los pies, las manos o la zona genital donde también pueden aparecer lesiones.
Algunos factores que podrían aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel, pueden ser la aparición de nuevos lunares o el crecimiento atípico de los lunares que ya existían previamente y que van a requerir la valoración de un médico.
Ante cualquier cambio percibido en la piel, ya sea una lesión nueva o antigua y con apariencia diferente a otras manchas, es preciso consultar con un dermatólogo.