Cada año, el consumo de alcohol causa la muerte de tres millones de personas en todo en mundo, lo que equivale a una muerte cada diez segundos y representa el 5% de todas las muertes. Este problema afecta desproporcionadamente a los jóvenes, con el 13.5% de estas muertes entre personas de 20 a 39 años.
Los estudios sobre las consecuencias del alcohol en la salud de las mujeres son limitados. Sin embargo, se ha demostrado que las mujeres que beben grandes cantidades de alcohol no presentan diferencias significativas con aquellas que beben ligeramente por encima de las pautas oficiales, que son cuatro bebidas estándar por día y diez a la semana. Las mujeres son más susceptibles que los hombres a experimentar problemas de salud debido al consumo de alcohol, incluyendo:
- Problemas hepáticos
- Enfermedades cardiovasculares
- Diversos tipos de cáncer
- Problemas de salud mental como depresión y ansiedad
- Además, hay evidencia de que el alcohol puede interferir con los ritmos biológicos naturales de la mujer, como los ciclos de estrógeno y progesterona, y que su impacto empeora con la edad.
Aumento del consumo de alcohol entre las mujeres
En Australia, el consumo de alcohol entre las mujeres aumentó un 203% entre 1950 y 1980, en comparación con solo un 6% entre los hombres. Las mujeres que consumen más alcohol tienden a ser jóvenes, solteras, y a experimentar un alto malestar psicológico y problemas de salud mental.
Para abordar este problema, los estudios están explorando estrategias para prevenir y gestionar el consumo excesivo de alcohol entre las mujeres. Esto incluye políticas y mensajes de promoción de la salud, considerando que el alcohol está clasificado como carcinógeno del grupo 1, el grupo de mayor riesgo que incluye también al asbesto, la radiación y el tabaco. El consumo de alcohol puede producir diversos tipos de cáncer en las mujeres, como cáncer digestivo, de mama y de páncreas, así como aumentar la susceptibilidad al abuso relacionado con el alcohol.
El consumo de alcohol entre las mujeres es un problema creciente y preocupante que requiere atención urgente. Las políticas de salud y los programas de concienciación deben enfocarse en reducir el consumo de alcohol y mitigar sus efectos adversos, especialmente entre las mujeres jóvenes, para mejorar la salud pública y reducir las tasas de mortalidad asociadas al alcohol.
