El estudio, publicado en 'The Lancet Neurology' y apoyado por la Obra Social La Caixa, demuestra la utilidad diagnóstica de calcular los niveles de este biomarcador, que recibe el nombre de NfL, tanto en plasma como en líquido cefalorraquídeo. Además, al hacerse en sangre, se ahorraría una punción lumbar.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron a 282 personas con Síndrome de Down en muestras de sangre, y en 94 también con punción lumbar, atendidas en el Hospital de Sant Pau, con una muestra de control de 77 personas sanas.
Para examinar el Alzheimer en la población general, hay biomarcadores establecidos del líquido cefalorraquídeo, pero "esto nunca se había mirado en personas con síndrome de Down, que tienen mucha más predisposición genética a tener esta enfermedad", ha explicado Carmona, que es parte de la Unidad de Memoria y la de Down del hospital.
Los resultados fueron que los biomarcadores establecidos para la población general se comportan "de forma parecida" en el líquido cefalorraquídeo de personas son síndrome de Down, mientras que en plasma no sirven para diagnosticar Alzheimer en ninguno de los dos grupos.
El estudio tendrá un impacto directo en el diseño de ensayos clínicos de prevención en personas con síndrome de Down. Este biomarcador es propuesto como un buen candidato para el cribado de enfermedades neurodegenerativas y podría ser utilizado en un futuro en la fase de selección de participantes en ensayos clínicos, y actualmente hacen falta más evidencias que apoyen su utilidad a la hora de indicar cómo está progresando la enfermedad.