La psicólogoa, Annette Kreuz Smolinski, explica que cuando nos enamoramos pasamos por una situación de 'locura transitoria' que altera nuestro sistema nervioso central cerebral.
Este proceso de enamoramiento provoca, según la experta, que se "enciendan" regiones específicas del cerebro y que se altere el estado de consciencia.
Así, cuando estamos enamorados, y correspondidos, nos sentimos eufóricos, contentos y felices. La persona enamorada activa los mismos circuitos neuronales que los que se activan en el apego primario madre-bebé con los circuitos de refuerzo positivo, explica el profesor Semi Zeki. Por tanto, el amor nos fortalece y el mundo se vuelve más seguro gracias a nuestras parejas.
El enamoramiento es un estado transitorio que dura entre semanas hasta tres o cuatro años que nos ayuda a convertir en alguien completamente desconocido en familiar, según la psicóloga.
"Nos gusta la novedad, pero necesitamos lo familiar para sentirnos emocionalmente seguros y comprometernos socialmente. El enamoramiento deja paso, con suerte, a una forma profunda de aprecio positivo, que solemos llamar amor, y que incluye compromiso, intimidad psicológica e intimidad sexual", explica la experta.
Sin embargo, no ocurre lo mismo con el desamor. Helen Fisher y la neurobióloga Lucy Brown han evaluado los cerebros de personas que sufrieron un desengaño amoroso o la pérdida repentina de su amor.
Como conclusión, los expertos explican que, cuando sufrimos desamor, padecemos una diferente actividad neuronal en determinadas zonas del cerebro.
"Estas regiones cerebrales están relacionadas no sólo con el malestar que acompaña al dolor físico, sino también con el propio dolor físico. Los amantes rechazados sufren dolor", matizan los expertos.
De hecho, una parte del cerebro se ve afectada por ese desamor lo que provoca una especie de síndrome de abstinencia, similar al que experimenta una persona cuando deja el trabajo o siente adicción por algunas drogas.
"El amor romántico es una adicción, una perfecta y maravillosa adicción cuando las cosas van bien, y una perfecta y horrible adicción cuando tu pareja decide marcharse para siempre", aclaran.
Además, existe el síndrome del corazón roto que es una enfermedad del músculo del corazón que puede surgir después de una situación grave de estrés emocional. como puede ser un desengaño amoroso.