La aprobación se produce tras el rechazo inicial del Partido Popular en la reunión del pasado 14 de febrero, cuando se alegó falta de consenso y dotación económica. Sin embargo, tras diversas modificaciones y el respaldo de sociedades científicas, las comunidades autónomas gobernadas por el PP han decidido sumarse, aunque han advertido que el presupuesto actual, de 39 millones de euros adicionales, es insuficiente.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha felicitado al PP por unirse al plan y ha subrayado que "estamos ante el plan de salud mental más ambicioso que hemos tenido en nuestro país” y también ha afirmado: “Vamos a promover prácticas más humanizadas que respeten la voluntad e integridad de las personas”. En cuanto al presupuesto económico, la ministra ha señalado que esa cantidad se suma a fondos anteriores hasta alcanzar los 101 millones de euros.
Según los últimos datos aportados por el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023, el 34% de la población española tiene algún problema de salud mental. Además, los problemas de salud mental superan el 40% en la población de más de 50 años y el 50 por ciento en la de más de 85 años.
Entre las principales medidas del Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 destacan el aumento del personal sanitario especializado, la creación de la especialidad de Psicología Clínica Infantil, la promoción de alternativas comunitarias a la hospitalización, y una nueva guía clínica para el uso racional de psicofármacos. Además, se prioriza el abordaje de colectivos vulnerables, como personas mayores, migrantes, víctimas de violencia y el colectivo LGTBIQ+.
Uno de los focos centrales será el impulso de un modelo centrado en los derechos humanos, con especial énfasis en eliminar prácticas como la contención mecánica y reducir intervenciones involuntarias. También se implementará un registro estatal para el seguimiento de estos procedimientos.
El Plan pone especial atención en la salud mental de niños, adolescentes y mujeres en etapa perinatal, así como en la prevención del impacto psicosocial del entorno laboral. Otro pilar clave será la creación de sistemas de información y vigilancia epidemiológica que permitan una mejor planificación.
Con este nuevo plan, el Gobierno y las comunidades autónomas dan un paso decisivo hacia una salud mental más inclusiva, preventiva y centrada en las personas.