El estudio, liderado por el científico Mariano Esteban, consiste en generar vectores virales basados en una modificación del 'virus Vaccinia' o 'virus vacuna', usado para la erradicación de la viruela.
Por ello, el equipo trabaja en crear vectores virales modificados de Vaccina, pero que contengan una proteína de la superficie del SARS-CoV-2, y que sean capaces de generar una respuesta inmune para proteger ante la exposición del coronavirus.
Basándose en la secuenciación publicada en un ensayo a principios de enero de este año, los investigadores optaron por emplear la proteína S (spike), que se encuentra en la superficie del virus, sirve para unirse a la célula del hospedador, y es el mayor inductor de anticuerpos protectores.
Para conseguir los resultados, los científicos han aislado múltiples placas de virus hasta conseguir las que contienen el gen de dicha proteína S.
Al no emplear el virus SARS-CoV-2 completo, los investigadores pueden trabajar en condiciones de menor nivel de seguridad biológica, lo que contribuye a un desarrollo más rápido de las investigaciones.
Además, los autores creen que la posible vacuna sería segura y se podría administrar a todo tipo de personas, incluyendo las más mayores o con inmunodeficiencias.