El desarrollo en tiempo récord de unas vacunas seguras y eficaces contra el SARS-CoV-2 nos ha hecho ver más cerca el final de la pandemia mundial causada por la Covid-19. Sin embargo, la vacunación sigue siendo incompleta en muchos países desarrollados y está aún más retrasada en el mundo en desarrollo.
Las dudas sobre las vacunas, originadas en parte por el miedo a los efectos secundarios que se han documentado, podrían suponer una traba a la inmunidad de grupo a nivel mundial.
Los autores de un nuevo artículo de opinión publicado en la revista 'Science Immunology', sostienen que la perspectiva de la fatiga y el dolor de cabeza después de la vacunación contra la Covid-19 debe ser vista de forma positiva, como un preludio necesario para una respuesta inmune eficaz.
Los efectos secundarios de la vacunación serán casi siempre leves e indicarán que la vacuna está cumpliendo su función de estimular la producción de interferón, el estimulador inmunitario incorporado al organismo, aseguran los autores.