Un estudio publicado en 'JACC', la revista insignia del Colegio Americano de Cardiología, ha explicado que la exposición al ozono (O3) puede reducir la disponibilidad de oxígeno en el cuerpo. Esto puede derivar en un endurecimiento arterial debido a la respuesta natural del cuerpo a crear más glóbulos rojos y hemoglobina.
El doctor Harlan Krumholz, editor en jefe de 'JACC', ha explicado que "descubrieron que incluso una breve exposición a niveles elevados de ozono reducía la saturación de oxígeno en sangre, desencadenaba biomarcadores relacionados con la hipoxia y aumentaba la rigidez arterial".
Para demostrar esto han realizado un análisis integral de biomarcadores en un entorno con gran altitud y han profundizado de forma única en los efectos del ozono. Este se encuentra cada vez en mayor cantidad, también a través de su uso en el ámbito industrial y en el campo de la medicina. La contaminación se está convirtiendo en un problema de salud mundial.
Otros estudios, han relacionado la exposición al ozono con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía isquémica, un accidente cerebrovascular, la insuficiencia cardíaca y la aterosclerosis. Además, la hipoxia (falta de oxígeno en el cuerpo), es un factor fundamental asociado al ozono.
Por lo tanto, una concentración elevada de ozono en el aire puede afectar a la salud de las personas, según la cantidad que se respire y la situación individual en la que se encuentre.