Algunos de los genes virales del coronavirus se mantienen aunque no produzcan proteína funcional, según indica el trabajo de los investigadores de la Universidad de Utah Health (Estados Unidos).
El trabajo, publicado en 'Current Biology', se centra en la investigación de cómo y por qué evolucionan estos genes, lo que podría servir para que predecir mejor las variantes virales que pueden ser más peligrosas.
El doctor Stephen Goldstein, investigador postdoctoral en genética humana en la Escuela de Medicina Spencer Fox Eccles de la Universidad de Utah y primer autor del estudio, ha explicado que "los virus no suelen conservar los genes que no son valiosos para ellos".
Por lo que observaron el desarrollo evolutivo de genes accesorios en un coronavirus de ratón y vieron que uno de los genes se conservaba en el genoma durante muchas generaciones, aunque dejaba de producir proteína. En el virus SARS-CoV-2 ocurre lo mismo.
En muchas de las cepas está este gen ORF8 y los investigadores creen que puede ayudar a controlar la actividad de otros genes virales, dado que cuando el virus que tenía el ratón perdió un gen accesorio diferente, la actividad de otros genes cambió.
Estos hallazgos abren una investigación más allá de la proteína que produce un gen. "Existe otra evolución que se está produciendo bajo la superficie y de la que no sabemos mucho", explica el doctor.