Su sangre ha sido clave para salvar la vida de bebés que padecen EHRN. James Harrison tiene un anticuerpo en la sangre que puede utilizarse para producir el medicamento Anti-D, que se administra a las madres cuya sangre corre el riesgo de perjudicar a sus bebés que padecen esta enfermedad.
La enfermedad hemolítica del recién nacido es un trastorno por el cual la madre durante el embarazo produce anticuerpos en la sangre que destruyen los glóbulos rojos del feto. Esta alteración suele ocurrir cuando la madre y el bebé tienen tipos de sangre diferentes, en la mayoría de los casos se producen cuando la madre tiene sangre Rh negativo y el feto sangre Rh+, heredada del padre.
Cuando Harrison tenía 18 años fue sometido a una intervención quirúrgica y fue en ese momento cuando los médicos descubrieron que su sangre contenía este potente anticuerpo que con el que podrían salvarse muchas vidas.
Harrison ha asegurado que se siente muy feliz de haber ayudado a salvar las vidas de tantos bebés, incluida la de su propia hija. Sin embargo, ahora ha cumplido 81 años y ha superado la edad límite para ser donante, por lo que hace unos días lo hizo por última vez.
Con esta última donación, la donación 1173, ha entrado en el Libro Guinness de los récords como el mayor donante de sangre de la historia y la Cruz Roja ha querido rendirle un gran homenaje ¡Gracias, Harrison!