El 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad autoinmune cuyo nombre, 'lobo', responde a una erupción en la cara que se asemeja a las marcas de estos animales. Es mucho más frecuente en las mujeres, nueve de cada diez casos aunque afecta a más de cinco millones de personas en todo el mundo y puede afectar a cualquier parte del cuerpo.

El lupus es una enfermedad autoinmune y crónica que puede afectar las articulaciones, la piel, el cerebro, los pulmones, los riñones y los vasos sanguíneos de manera que provoca inflamación generalizada y daño del tejido en los órganos afectados.

Al ser una enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos que atacan las células y tejidos del propio cuerpo, en vez de combatir microorganismos nocivos como las bacterias y los virus.

Se desconocen los motivos pero muchos expertos consideran que puede tener un origen hereditario. Aunque, todavía, no tiene cura aunque los expertos han avanzado mucho en su investigación para encontrar un tratamiento definitivo contra el lupus que puede aparecer a cualquier edad y en cualquier sexo, aunque nueve de cada diez afectados son mujeres, a quienes golpea durante su edad fértil (15 a 44 años).

Los síntomas más característicos de una persona que padece lupus son: fatiga, dolor o inflamación en las articulaciones, erupciones de la piel, anemia, problemas de riñón, sensibilidad al sol, mala circulación de la sangre y fiebre en diferentes niveles de gravedad.

Con una buena atención médica, la mayoría de las personas con lupus pueden llevar una vida prácticamente normal.