Más de cuatro millones de personas en España padecen insuficiencia renal crónica y unas 55.000 necesitan un tratamiento renal sustitutivo para poder vivir.
La diálisis peritoneal es uno de estos tratamientos y se presenta como una alternativa a la tradicional hemodiálisis, que obliga a acudir al hospital varios días a la semana, especialmente para personas que aún están activas laboralmente.
La peritoneal se lleva a cabo en casa del paciente y le deja más libre para sus ocupaciones, sostiene el doctor Vicente Paraíso, Jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Henares, para quien esta opción “no es ni mejor ni peor” que la hemodiálisis y está indicado para pacientes muy metódicos que sean capaces de operar con mucha higiene.
El Día Mundial del Riñón del 2017 está dedicado a la obesidad, por su incidencia sobre la dolencia renal. La obesidad puede causar Enfermedad Renal Crónica de varias formas. Por un lado, puede contribuir indirectamente, induciendo o empeorando la diabetes y la hipertensión, ambas enfermedades son bien conocidas como factores de riesgo.
Por otro lado, la obesidad podría también causar daño renal directamente, poniendo una carga indebidamente alta sobre los riñones (al fin y al cabo un cuerpo más grande necesita mayor función renal) y también causando cambios metabólicos dañinos como inflamación y oxidación.
Las personas afectadas por obesidad, tienen un 83% más de riesgo de padecer enfermedad renal crónica comparados con aquellas que tienen un peso saludable. Por eso, la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N) inisite en concienciar a la sociedad sobre la necesidad de llevar una vida activa y una dieta más saludable.
Con ese motivo, ha convocado a través de redes sociales un concurso de selfies bajo el título #Muevetuspies, con el que quiere sensibilizar a la población de la importancia de dedicar una hora de actividad física diaria, así como de una serie de hábitos alimenticios favorables para la salud de los riñones, como beber agua en cantidad suficiente (de 4 a 6 vasos diarios), moderar el consumo de bebidas alcohólicas y gaseosas, tomar diariamente varias raciones de fruta y verdura, no abusar de la sal en la dieta o evitar en lo posible los alimentos procesados, además de tener precaución en el uso de determinados medicamentos que pueden dañar la función renal.