A 27 de agosto, las autoridades sanitarias de Estados Unidos han contabilizado 215 posibles casos en 25 estados diferentes de una enfermedad respiratoria desconocida de origen no infeccioso. Todos los afectados son adultos jóvenes entre 17 y 38 años, y el denominador común es el consumo de cigarrillos electrónicos. Además, también se investiga una muerte que podría estar vinculada, según los Centros de Control de las Enfermedades y Prevencion de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés).
Desde 2013, SEPAR, que reúne a más de 4.000 profesionales de la salud respiratoria, se ha posicionado en contra de estos dispositivos, ya que "contienen sustancias tóxicas y nocivas para la salud y no deben ser utilizados", ha precisado Jiménez-Ruiz.
A su juicio, la aparición de más de 200 casos en Estados Unidos de esta enfermedad desconocida posiblemente vinculada al cirgarrillo electrónico y el vapeo "llama la atención". "Aunque no podemos atribuir todavía su causa con certeza, parece que se confirma la peligrosidad de estos aparatos", ha asegurado el experto.
El presidente de SEPAR ha reiterado que "la evidencia científica existente" respecto a los cigarrillos electrónicos hasta el momento "no permite conocer cuáles serán sus efectos a medio o largo plazo". "No podemos descartar que nuevos procesos patológicos como el que actualmente están sufriendo algunos vapeadores en Estados Unidos puedan aparecer", ha alertado
En esta línea, SEPAR ha solicitado "en diversas ocasiones" al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que "se tomen medidas" para "limitar y controlar" la publicidad de todos estos dispositivos electrónicos como sustitutivos del tabaco.