La bronquitis, la bronquiolitis y la neumonía son las enfermedades pulmonares más frecuentes, que aumentan su incidencia con la llegada del frío.

Bronquitis

Mujer tosiendo con mascarilla
Mujer tosiendo con mascarilla | Freepik

La bronquitis, por su parte, es una inflamación de los bronquios y la mayoría de las veces es provocada por infecciones y virus.

La causa de la bronquitis suele ser viral y suelen ser infecciones leves, por lo que el tratamiento será sintomático no antiviral. Los principales síntomas son tos y expectoración y, en el menor de los casos, viene acompañada por fiebre.

Neumonía

Cómo prevenir el neumococo, la bacteria que puede provocar desde neumonía hasta otitis y meningitis
Cómo prevenir el neumococo, la bacteria que puede provocar desde neumonía hasta otitis y meningitis | FreePik

La neumonía consiste en una infección de pulmón, producida por un microorganismo, que puede ser un virus, una bacteria o un hongo.

Los principales síntomas de la neumonía son fiebre, tos, dolor en el costado y expectoración. Además, en los casos más graves, puede aparecer dificultad respiratoria.

El tratamiento suele basarse en antibiótico, porque las neumonías pueden ser causadas por una bacteria. Sin embargo, si el causante es un virus, como el SARS-CoV-2, se emplean antivirales; y en los casos causados por hongos, los antifúngicos.

Bronquiolitis

Los síntomas de la bronquiolitis en adultos
Los síntomas de la bronquiolitis en adultos | Pixabay

La bronquiolitis es la inflamación de los bronquios común en los niños más pequeños, en concreto, en los lactantes. Se trata de una infección causada por el virus respiratorio sincitial o VRS.

La Sociedad Española de Neumología Pediátrica detalla que se trata de una infección de los pulmones y del aparato respiratorio del niño, por lo general, menor de 2 años. Esta infección puede aparecer en cualquier época del año, aunque es más habitual en los meses de invierno y en la primavera (entre noviembre y abril).

Los pediatras especializados en bronquiolitis señalan que suele durar una semana y después el bebé se suele recuperar con normalidad. Aunque en algunos casos esta infección puede provocar problemas respiratorios futuros, especialmente en aquellos menores que hayan tenido que ser hospitalizados o aquellos que sufren refriados con síntomas similares a los de la bronquiolitis inicial (dificultad para respirar y pitidos en el pecho).

En la actualidad, no existe ningún medicamento que facilite su curación. En general es una enfermedad benigna, que evoluciona espontáneamente bien.

El tratamiento recomendado consiste en lavados nasales frecuentes, mantener el niño incorporado para que respire mejor y, en casos más graves, hospitalización.

Cómo prevenirlas

Una pediatra con mascarilla en China
Una pediatra con mascarilla en China | Istock

El contagio de este tipo de enfermedades respiratorias suele ser por vía respiratoria o por el tacto, de ahí que el uso de la mascarilla sea el principal medio de prevención.

Otras medidas preventivas, es no fumar, debido a que el tabaco es un factor de riesgo, y mantener una buena higiene dental. Además de la vacunación.

Estas enfermedades suelen ser causadas por virus estacionales que empiezan en otoño y tienen un pico entre noviembre y enero-febrero.