La prevalencia de ataques de corazón es una constante en países donde la nieve es habitual como Estados Unidos o los países nórdicos. Aunque en España también nieva.
El clima frío está más relacionado con problemas cardiovasculares porque las arterias que llevan la sangre al corazón no son rígidas: a veces están más dilatadas o más constreñidas y el frío es vasoconstrictor.
Además, el tipo de ejercicio que se realiza cuando se retira la nieve con una pala es isométrico, es decir, no implica un movimiento del cuerpo en desplazamiento, pero sí coger peso. Esto conlleva subidas bruscas en la tensión arterial, y demás problemas coronarios, que pueden llegar a causar un infarto o una angina de pecho en el paciente.
Por otra parte, siempre se ha pensado que los infartos son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, sin embargo, a partir de la menopausia los infartes están más presente en el género femenino.
La mortalidad por un infarto se sitúa en torno al 20-30% de los casos que se inician en los domicilios, una cifra que se ha reducido considerablemente con la asistencia rápida al paciente. En los hospitales, la mortalidad está por debajo del 10%.
Por lo que los expertos recomiendan llamar cuanto antes a emergencias si se presenta un dolor intenso en el pecho y no se quita.