Uno de los cambios más significativos es la ampliación de la capacidad de prescripción a enfermeras y fisioterapeutas, una medida largamente reivindicada por el colectivo sanitario y que busca descongestionar la atención primaria, mejorar la eficiencia y aumentar el acceso a tratamientos por parte de los pacientes.
El Gobierno de España ha aprobado el anteproyecto de la nueva Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios, que introduce cambios significativos en la prescripción y dispensación de fármacos en el Sistema Nacional de Salud.
Enfermeras y fisioterapeutas: más autonomía para mejorar la atención
Hasta ahora, solo los médicos, odontólogos y podólogos estaban legalmente habilitados para prescribir medicamentos. Con esta reforma se modifica el Real Decreto 954/2015, y se reconoce de forma oficial la capacidad de prescripción autónoma de las enfermeras y fisioterapeutas dentro del marco de sus competencias, lo que supone un importante avance hacia la multidisciplinariedad en la atención sanitaria.
El Consejo General de Enfermería ha celebrado la medida, considerándola "beneficiosa para todo el Sistema Nacional de Salud" y un paso hacia el reconocimiento de su papel crucial en el seguimiento y tratamiento de los pacientes. Esta nueva facultad no solo agiliza procesos administrativos, sino que reduce tiempos de espera y mejora la continuidad asistencial, especialmente en el tratamiento de heridas, enfermedades crónicas o procesos rehabilitadores.
Farmacias: nueva potestad para evitar desabastecimientos
Otra de las novedades destacadas de la ley es la habilitación de los farmacéuticos para sustituir medicamentos recetados por otros equivalentes en caso de desabastecimiento. De esta forma, se evita que los pacientes tengan que volver a consulta para una nueva receta, reduciendo las interrupciones en los tratamientos y optimizando el sistema.
Este cambio se produce en un contexto de preocupación creciente por la falta de disponibilidad de ciertos fármacos en las farmacias comunitarias. La medida ha sido bien acogida por asociaciones de pacientes, aunque algunos sectores del ámbito farmacéutico han mostrado reservas, reclamando un mayor control sobre su aplicación.
Prescripción por principio activo: más eficiencia y sostenibilidad
La nueva ley establece como norma general la prescripción de medicamentos por principio activo (es decir, por el componente farmacológico y no por la marca comercial), salvo excepciones justificadas. Esta medida busca fomentar el uso de medicamentos genéricos y biosimilares, con el objetivo de abaratar los costes sanitarios y asegurar la sostenibilidad del sistema.
Esta práctica ya es habitual en muchos países europeos y cuenta con el respaldo de organizaciones internacionales como la OMS, que recomiendan su uso por razones de eficiencia y equidad.
Un paso más: reforma del copago farmacéutico en camino
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado que durante la tramitación parlamentaria del texto se incluirá una reforma del copago farmacéutico. El objetivo es introducir criterios de progresividad, de modo que las personas con menores ingresos tengan un menor impacto económico al acceder a sus tratamientos.
Esta medida forma parte del compromiso del Ejecutivo por avanzar hacia un modelo más equitativo y centrado en el paciente, que garantice el derecho a la salud como un bien público.
Reacciones enfrentadas en el sector
La nueva ley ha generado un amplio debate en el ámbito sanitario. Mientras los colectivos de enfermería y fisioterapia celebran la ampliación de competencias, la patronal farmacéutica (Farmaindustria) ha expresado su preocupación por la posible pérdida de competitividad e impacto en el tejido industrial español. Advierten de que medidas como la prescripción por principio activo podrían desincentivar la innovación y afectar a la industria de marca.
Pese a ello, el Gobierno defiende que la ley responde a una necesidad de modernización y actualización normativa, ya que la legislación vigente data del año 1990 y no contemplaba la evolución de las profesiones sanitarias ni las necesidades actuales del sistema de salud.