Una nueva investigación encabezada por científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) habría descubierto que la causa principal de la alta mortalidad de un tipo de infección de malaria estaría provocada por la presencia de un parásito, oculto en el bazo. De esta forma, se explicaría la gravedad sintomática, pese a la baja cifra de parásitos circulando en sangre.
En concreto, el estudio se ha centrado en el parásito causante de la malaria ‘Plasmodium vivax’, uno de los tipos más frecuentes de esta patología. Si bien se trata de un parásito menos letal que el responsable de la malaria ‘Plasmodium falciparum’, el primero es responsable de unos 7,5 nuevos casos anuales de malaria.
El parásito Plasmodium vivax queda oculto al adherirse a las células del bazo humano, mediante la expresión de proteínas. A través de este mecanismo, la enfermedad afectaría al órgano, de manera que, mientras que el bazo se encarga de eliminar los glóbulos rojos infectados, también se convierte en el área principal donde se producen nuevas infecciones en este tipo de células.
Así, la enfermedad es capaz de expandirse con rapidez, sin necesidad de que se produzca la circulación de un elevado número de parásitos por el organismo. De esta forma, los especialistas consideran que el bazo podría convertirse en otro de los órganos, junto con la médula ósea, que sirve de nicho al parásito y dificulta el control de la enfermedad.