Así ponen de manifiesto los resultados del proyecto 'Visiones de la ciudadanía sobre los médicos y médicas del futuro', en el que mediante consultas con grupos focales se ha determinado cómo deben ser los sanitarios que les atiendan en un futuro y, además, aplicar estos conocimientos en el grado de Medicina de la UPF.
Para llevarlo a cabo, se ha consultado a una muestra representativa de 17 personas, entre las que se encuentran diez mujeres, seis hombres (todos ellos cis) y una persona trans. Algunas de las exigencias de los participantes de esta innovadora iniciativa son médicos "más humanos y con un trato más personalizado", adaptados a las nuevas tecnologías y que se reciclen de forma continua, incluyendo la aplicación de la robótica y de la inteligencia artificial. Todos estos aspectos deben tomarse en consideración teniendo en cuenta que en un futuro habrá más pacientes y de un perfil más sénior, más internacionalidad y unos avances tecnológicos más ricos, entre otras realidades.
"Es raro que este sea un proyecto singular, que nadie antes les haya preguntado a los pacientes cómo quieren que sean los sanitarios del futuro", ha destacado durante la presentación del estudio la consellera de Salud, Olga Pané. Pané ha agregado que la información recabada con estas consultas a la ciudadanía debe servir para ser conscientes de que "también debemos cuidar a quienes nos cuidan" para que "disfruten de su profesión y se sientan orgullosos del sistema sanitario". "Antes, los pacientes confiaban plenamente en los médicos y se sentían más acompañados por ellos. Ahora siguen siendo sus referentes de salud, pero les cuestionan más y sienten que están ahogados por el sistema sanitario", ha aseverado la investigadora de la UPF y coordinadora del estudio, Gemma Revuelta. Esta sensación de colapso sanitario, según los consultados, conduce a que haya "poco tiempo de dedicación a los pacientes, poca atención a la salud mental y emocional y poca sinergia entre los distintos médicos".
Todos estos conocimientos servirán para que haya una traslación en el plan de estudio del grado de Medicina de la UPF, de modo que los futuros médicos estén más preparados a la hora de atender debidamente a sus pacientes y teniendo en cuenta sus necesidades y exigencias. "Desde este mismo curso académico, ya estamos implementando cambios en una quincena de asignaturas que se imparten en todos los cursos del grado", ha explicado Joan Ramon Masclans, decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Vida de la UPF y jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital del Mar. Uno de los puntos en los que la universidad barcelonesa se centrará próximamente, hacia el fin del segundo trimestre o principios del tercero, es en la formación ante errores médicos, un aspecto que todavía no es obligatorio en su plan de estudios. "Implementaremos unos módulos en los que daremos herramientas al estudiante sobre cómo detectar y gestionar un error médico y después se llevará a cabo mediante una simulación con actores", ha detallado Masclans.