Las células tumorales persistentes pueden evadir la respuesta inflamatoria y sobrevivir a los tratamientos anticancerígenos, según explica un estudio, publicado en 'Cáncer Resarch', del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona.
Estas células, tras el tratamiento, reactivan su crecimiento y el cáncer reaparece. Para ello, bloquean a los genes responsables de la inflamación y actúan como "candado molecular", es decir, impiden que los genes se activen y alerten al sistema inmunitario.
Con esto, se podría diseñar nuevas estrategias terapéuticas,inhibiendo el mecanismo epigenéticos y desbloqueando los genes antiinflamatorios. Esto podría limitar la viabilidad de las células persistentes y serviría de aportación para el desarrollo de nuevas terapias.
Para ello, la primera autora del estudio e investigadora del IRB y el AIRC Institute of Molecular Oncology de Milán (Italia), Valentina Ramponi, ha explicado que el objetivo es "desarrollar fármacos que actúen sobre estas células".