A través de la medición de concentraciones de una red de moléculas inflamatorias en la sangre se podría calcular la puntuación de riesgo de susceptibilidad a la enfermedad de los pequeños vasos cerebrales. Actualmente la única manera de detectar esto es a través de una resonancia magnética o del estudio de los antecedentes familiares, variables demográficas u otras evaluaciones de factores. Los neurólogos en la práctica sólo pueden encontrar que un paciente está en riesgo después de haber sufrido un derrame cerebral o un evento que advierta sobre ello. El estudio se centró en una red biológicamente conectada de moléculas inflamatorias que se llama red de interleucina -18 o IL-18 que incluye proteínas y moléculas de señalización para combatir diversas enfermedades.
La concentración de esas moléculas puede derivar en respuesta a otras dolencias como la gripe o trastornos autoinmunes lo que nos hace predictores poco fiables para los accidentes cerebrovasculares. Ahora podría crearse un modelo matemático que genera una puntuación de riesgo basada en las concentraciones de estas moléculas de la red IL-18 de los participantes del estudio cuyo riesgo estaba en un 25% superior con un 84% de posibilidades de sufrir un derrame durante su vida. Las puntuaciones de riesgo se asociaron con un aumento de 51% de riesgo de sufrir un accidente. Y dieron como resultado una evaluación diagnóstica en comparación con las herramientas de evaluación de recursos existentes.