La sociedad ha colocado la ciencia en un segundo plano y no se valora su importancia: esto hay que recuperarlo porque la investigación es una inversión. "Hay que convencer a nuestros políticos de que la sociedad necesita a los científicos y explicarles que la investigación y la ciencia son necesarias para mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad, además de para potenciar el desarrollo tecnológico del país. Apostar por la I+D+i supone una inversión y no un gasto", explica Rosa Menéndez.
Se trata de convencer primero a la sociedad y después al sector político de que la I+D es una necesidad auténtica, agrega la presidenta del CSIC, quien apunta que son los científicos quienes tienen que capitanear esta "movilización social" por la ciencia. En concreto, sobre el CSIC señala que lo que quiere es que sus científicos se sientan "orgullosos y arropados".
Para ello, el primer paso es facilitarles el día a día y esto se consigue con una mayor flexibilidad y agilidad en la gestión: queremos que su esfuerzo se centre en investigar y en su carrera.
El CSIC cuenta con algo más de 11.000 empleados, de los que 6.450 son fijos y 4.600 temporales; solo en 2017 se incorporaron 245 personas y el objetivo de Menéndez es ir aumentado esta cifra cada año hasta conseguir ofertar 325 plazas fijas en 2020. Además, el CSIC lo componen 122 centros con miles de trabajadores que dependen de la administración, lo que tiene sus inconvenientes y provoca que la excesiva burocracia ralentice el trabajo diario de los científicos, que continuamente tienen que estar "rellenado papeles".
En este sentido, subraya que entre sus prioridades están la de agilizar la gestión, mejorar la carrera profesional del personal y aumentar la estabilidad en el empleo, aspectos en los que será determinante la aprobación del contrato de gestión, lo que "nos daría el cuerpo para actuar más y mejor".
Y es que este contrato, una vieja reivindicación del CSIC, le dará al organismo la autonomía y capacidad suficiente para no estar a expensas de la partida anual de los presupuestos generales del estado, ya que permitiría a la institución planificar a largo plazo tanto la financiación como los recursos humanos.
"No hay que tirar la toalla e intentar que se aumente la inversión en I+D+i". Este mensaje también tiene que llegar a las empresas, con las que -dice- está viendo cómo potenciar una colaboración mutua y como implicaras para compartir grandes retos y proyectos de investigación. En el mes que lleva al frente de este organismo, Menéndez también se ha reunido con algunos grupos políticos y todos ellos, afirma, tienen la intención de trabajar y avanzar.