Hoy en día, el trasplante fecal está aceptado en el tratamiento de la infección recurrente por la bacteria 'clostridium difficile' en España, en otros países de Europa y Estados Unidos, según el consenso europeo. La doctora Begoña González Suárez asegura que los resultados del tratamiento son muy buenos, alcanzando tasas de duración de casi 90%, con mínimos o inexistentes efectos adversos y de una manera mínimamente invasiva.
Consiste en la instilación de material fecal de un donante sano con su microbioma en el tracto gastrointestinal de un paciente. En concreto, existen diferentes vías de administración entre las cuales destacan la vía endoscópica y, la más novedosa de ellas, la vía oral, a través de la ingesta de cápsulas liofilizadas.
Esta infección ocurre con frecuencia en pacientes polimedicados y debilitados, y se perpetúa con brotes recidivantes. La especialista sostiene que el tratamiento con trasplante fecal está indicado en casos de infección recidivante, aunque ya existen algunos estudios que apoyan su uso como el tratamiento de la primoinfección.
La materia fecal se deposita a través de una sonda nasogástrica o nasoduodenal, enemas, colonoscopia o cápsulas de material fecal liofilizado.
La doctora González señala que ya existen dos o tres centros en España en los que se puede acceder a la realización de un trasplante fecal, aunque aún no está regularizado ni clasificado como producto sanitario, sino que está considerado dentro de la categoría de los probióticos.
Por otro lado, cualquier persona sana, mayor de 18 años, con movimientos intestinales diarios, y sin historial de enfermedades inflamatorias intestinales puede ser donante de heces. "Lo ideal sería disponer de un banco de heces institucionalizado, como ocurre en Estados Unidos y en algunos países europeos, donde los donantes, además de cumplir una serie de requisitos importantes, son sometidos a un proceso de screening y de seguimiento durante todo el tiempo que lo son", avisa la experta.
Entre los procedimientos que se realizan a los candidatos a ser donantes de heces destacan los coprocultivos muy exhaustivos; los test serológicos; un cribado de enfermedades inflamatorias intestinales, como el síndroma de intestino irritable o la obesidad.