En el año 2013 el gobierno británico lanzó un programa llamado “Help to Buy” para ayudar a los jóvenes a comprar una vivienda dado el alto precio de los inmuebles facilitándoles un aval de hasta el 95% del precio de la vivienda. Diez años después esas medidas ya no existen, resultaron un fracaso absoluto. Este tipo de ayudas beneficia solo a tres sectores: a los compradores de vivienda beneficiados por el plan, a la banca y a los propietarios de terrenos en zonas de alta demanda. Pero acaba perjudicando a todo aquel que no puede acceder al plan de ayudas, es decir, a la inmensa mayoría, porque es un factor que acaba subiendo el precio para todo el mundo y quienes quedan excluidos que por edad o situación económica se ven doblemente perjudicados. Según un estudio del profesor Christian Hilber, el programa “Help to Buy” aumentó el precio un 6% en las zonas de mayor demanda. Así que como no funciona vamos a copiarlo para España. La razón principal es que ayuda de manera sustancial a Ana Patricia Botín, de hecho es su plan. Las políticas de estímulo a la demanda han resultado un fracaso absoluto y hacia ahí nos dirigimos.
El mayor virus que tiene España es el de haber creado una clase propietaria a la que todo el mundo aspira a acceder aunque sea a base de una deuda imposible de asumir. Pedro Sánchez ha anunciado este fin de semana que el martes el Gobierno aprobará un aval del ICO del 20% para la compra de primera vivienda para jóvenes de hasta 35 años con ingresos inferiores a 37.800€ anuales y familias con menores a cargo. La medida va en la misma línea de la que propuso Alberto Núñez Feijóo el pasado fin de semana: "Vamos a avalar el 15% del valor de la casa para que, sumado a lo que le da el banco, tenga prácticamente el 100% del valor del préstamo para pagar la hipoteca". Hay consenso generalizado entre los grandes partidos en medidas de este tipo. Solo por eso debería hacer sonar las alarmas. Es una medida que ha propuesto también Ayuso en la comunidad de Madrid, Daniel Sirera, candidato del PP en Barcelona, Juanma Moreno en asociación con la Fundación Unicaja y que Daniel Lacalle aplaudió en 2014, un certificado para el derrumbe absoluto como al final ocurrió.
Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, en una entrevista concedida a el periódico El País el 16 de mayo de 2020 propuso exactamente la misma medida que Pedro Sánchez y Alberto Nuñez Feijóo: "Una de las iniciativas en las que estamos trabajando con expertos y personas del sector inmobiliario y de construcción es, por ejemplo, un plan de colaboración público- privada, concretamente con el ICO, para ayudar a los jóvenes a comprar su primera vivienda. En ese programa, el comprador pagaría tan solo un 5% del valor de la casa y el banco le daría la hipoteca por el 95% con una garantía del ICO del 20%". Es decir, Ana Patricia Botín propone y el PP y el PSOE disponen.
Endeudar e hipotecar a la clase trabajadora es un error flagrante. En vez de garantizar que los precios y la vivienda sean accesibles, se usa el dinero público como vehículo de incremento del capital financiero y los recursos de la banca. Puede que no sea un error y sea esa la intención, pero desde luego no es una medida progresista que ayude a la clase obrera. La financiarización de los pobres es el caballo de troya del capital. Es una medida destructiva hasta la médula para los más vulnerables porque en multitud de ocasiones, al endeudarse por encima de los recursos disponibles, acaban perdiendo el dinero pagado y la vivienda donde habitan. Quienes ni siquiera pueden endeudarse ven como esos planes de ayuda incrementan los precios y los expulsan más aín del acceso a la vivienda. El proceso ya lo hemos vivido, no es necesario imaginarlo. Solo gana la banca, por eso el PP y el PSOE hacen suya una propuesta de Ana Patricia Botín que ha resultado un fiasco en Gran Bretaña para todos menos para los de siempre