Se puede perder muchas veces, de hecho en la izquierda se pierden las más de las veces. Pero no hay que dar sensación de estar derrotado en ninguna de las batallas, incluso en aquellas en las que se decide no ser muy combativo. La elección de Enrique Arnaldo como miembro del Tribunal Constitucional va a ser algo con lo que Unidas Podemos va a perder algo que hasta ahora había mantenido: la resistencia ante la imposición. La frescura es algo que hace mucho que Unidas Podemos perdió. Lo sabemos. Pero al menos se había revuelto cuando las decisiones que se tomaban por la escasa fuerza de sus diputados no le era propicia. Esto ha desaparecido con la indecente elección de Enrique Arnaldo como miembro del Constitucional.
Mañana se votan los cuatro nuevos magistrados del Tribunal Constitucional. Entre ellos se encuentra Enrique Arnaldo. Un magistrado que no es que sea próximo al PP, es que ha trabajado de manera subrepticia para nombrar fiscales que favorezcan al PP, como aparece en las escuchas a Ignacio González. Un magistrado imputado en casos de corrupción del PP, que ha hecho negocios por casi un millón de euros con el PP y que ha incumplido la ley de incompatibilidades de la universidad. Unidas Podemos ha decidido comerse este sapo sin salpimentar como al menos hizoOdón Elorza, que tras darle un rapapolvo en la comisión de idoneidad ha sido retirado de la intervención que habrá mañana.
El PSOE y el PP están acostumbrados a repartirse puestos, cargos y responsabilidades. La estrategia del PP es perfecta, elige a un siervo en el Tribunal Constitucional y el coste es para el adversario. Alguien tan manchado sin disimulo que acaba contaminando a aquellos que votan a favor de su elección y se habían mostrado críticos con ese comportamiento. Nadie va a penalizar al PP por elegir a uno de los suyos, pero es normal que penalice a Unidas Podemos por votar a favor de esta elección. Si quieres mostrarte como algo diferente tienes que actuar de manera diferente. No vale llorar cuando el coste es mayor por actuar igual.
Unidas Podemos tendría que haber salido a explicar cuál es la razón para, no solo participar en este enjuague, sino callarse y no dar explicaciones. Una explicación razonada y argumentada que no es la que Jaume Asens ha intentado dar en una entrevista en la Cadena SER porque en ningún caso ha explicado por qué no se plantan y que el PP elija otro candidato como salida a esta desvergüenza. El miembro de los comunes ha asegurado que "votar en contra es un acto mucho más acorde con nuestros principios y valores" pero que van a votar a favor por mucho que les genere contradicciones. Nunca antes ha habido un harakiri ideológico más descarnado en una figura de Unidas Podemos. Era verdaderamente dramático escuchar lo mal que lo ha pasado, casi se escuchaba pasar el sapo por la garganta. Mañana puede atragantar a todo el partido en la votación y todavía hay tiempo para echarse atrás. Los diputados tienen la posibilidad de votar en contra de la disciplina de partido, mañana es el momento, hacerlo y dejar el escaño. Las ideas y valores importan más que participar de estos juegos sucios.