Se llama Antonio Scicardo Alesi, es italiano, pero la policía cree que maneja documentación falsa que le situaría como originario de otros países. Se le atribuyen innumerables estafas en la compraventa de coches de alta gama en distintos puntos de Europa. Los Mossos d´Esquadra, y la Fiscalía alemana de Wuppertal han abierto sendas diligencias de investigación para esclarecer esta trama basada en la venta, a través de redes sociales y páginas de anuncios, de vehículos de alta gama a unos precios, sobre el papel, de verdadera ganga.

La mecánica, por sencilla, no dejaba de ser menos efectiva. Scicardo ofertaba vehículos "en perfecto estado" y con todos los equipamientos incluidos para satisfacer al más exigente de los compradores a un precio muy por debajo del establecido en el mercado homologado de compraventa de automóviles de segunda mano. Sus coches estaban en distintas puntos de Europa. Sus compradores también. Scicardo anunciaba el producto y cuando el interesado contactaba con él, aportaba no solo la documentación del coche, sino que, además, entregaba un extenso reportaje fotográfico con datos técnicos y fiscales de la empresa para la que supuestamente trabajaba. Todo con una apariencia de solvencia impecable. Así, los confiados y convencidos compradores, siguiendo las indicaciones del estafador, depositaban una paga y señal para reservar el vehículo, cuyo importe total tendría que abonarse vía transferencia bancaria tres o cuatro días antes de entregar del mismo.

Según fuentes de la investigación, Scicardo cobraba el dinero y enviaba las coordenadas del almacén para la recogida del coche con toda su documentación en regla y a punto. Cuando el comprador llegaba al almacén, resulta que el coche nunca había estado allí y los teléfonos y direcciones electrónicas del estafador y de la supuesta empresa para la que trabajaba habían desaparecido.

Esto le ocurrió a un ciudadano de Barcelona que contactó con Scicardo a través de la página Mobile.de para comprar un vehículo prácticamente nuevo, valorado en más de 60.000 euros, pero cuyo precio se fijó en tan sólo 40.000.

El comprador verificó todos los datos aportados por el presunto estafador, y ante la apariencia de verisimilitud, picó el anzuelo, pagó, fue a recoger el vehículo a Alemania y cuando llegó allí, el encargado del almacén de coches donde se suponía que estaba esperándole el automóvil , le informaba: "Lo siento. Aquí no está, ni ha estado nunca ese coche. No es el primer camión de recogida de vehículos que viene buscando un automóvil de alta gama que acaba de 'comprar' y que se tiene que ir de vacío, porque aquí esos coches nunca han estado".

Los Mossos han puesto en su punto de mira las andanzas de Antonio Scicardo. La Fiscalía de Wuppertal, lugar desde donde se perpetró esta estafa, también. La sospecha es que son decenas los ciudadanos europeos estafados por el sospechoso que podría haber actuado con la connivencia del director de alguna sucursal bancaria, a cuya cuenta de ingresos iban a parar los pagos de los engañados clientes. El de Barcelona ha perdido 42.000 euros.