"Excura, facha y estafador de abuelas". Así lo ha definido un miembro de los Mossos d´Esquadra que, de forma reservada y tenaz, ha seguido la pista de este expárroco, detenido ayer por múltiples estafas a ancianas, a las que engatusaba para que le cedieran dinero, joyas, obras de arte e inmuebles. Se llama David Vargas, fue párroco de la barcelonesa población de Sant Vicenç de Castellet (Barcelona), hasta que hace unos años fue expulsado de la curia al trascender unas fotografías de este presunto estafador, en actitud erótica, con un joven desnudo.

"Vargas es un estafador compulsivo que seguía con sus tejemanejes después de ser expulsado de la Iglesia", insiste esta fuente conocedora del caso.

Múltiples víctimas

Las denuncias de las familias de algunas de las víctimas pusieron en marcha a los equipos deinvestigación de los Mossos. Se empezaron a acumular los casos y las pruebas contra él. La presión policial fue en aumento y, hace unas semanas, Vargas se sintió inequívocamente investigado. La Policía le seguía los talones de una forma irreversible. De hecho, sus fechorías le llevaron a ser citado en primera instancia por un juez. Al ver que todo el montaje que había diseñado y puesto en marcha durante años se iba a derrumbar como un azucarillo, Vargas se intentó suicidar. Se lanzó desde uno de los puentes de las rondas de Barcelona. Se fracturó la cadera y los dos fémures, y fue ingresado en el hospital. Según los Mossos, ayer, una vez recuperado de sus heridas, le detuvieron en el centro sanitario del Valle de Hebrón y pasó a disposición judicial.

Maletas llenas de billetes

En el registro de uno de los pisos que se había puesto a su nombre, Vargas guardaba ni más ni menos que 3.500.000 de euros en efectivo. Los agentes se incautaron de numerosas joyas, obras de arte, un arma de fuego e incluso de lingotes de oro. Los policías no daban crédito a lo encontrado.

Anticatalán

David Vargas, de 45 años, fue el párroco de la barcelonesa población de Sant Vicenç de Castellet, durante seis años . En este periodo, se caracterizó por varias cosas: en primer lugar, por sus acercamientos y su mano izquierda para con las ancianas feligresas. Por otro lado, sus continuos enfrentamientos con parte de la parroquia y con el ayuntamiento (de marcado carácter catalanista). Sus ínfulas españolistas y arengas anticatalanas, enervaron incluso a los católicos más fieles de la población.

Tras diversas quejas, el obispado de Vic, del que depende dicha parroquia, tomó cartas en el asunto. Y no lo hizo por la polémica conducta del sacerdote, sino por la denuncia que un anónimo presentó contra él, en la que se le podía ver en actitud erótica, vestido con un albornoz, junto un joven desnudo. Una foto realizada en un piso de Barcelona por un amigo del cura. Fue fulminantemente expulsado de la Iglesia. Sin embargo, David Vargas siguió con sus tejemanejes para engañar a pobres ancianas que habían depositado en él la confianza que no pocas feligresas de avanzada edad depositan en la figura del párroco de su población.

Un caso reciente

Los datos registrales a los que ha tenido acceso una agencia de investigación contratada por la familia de una de las víctimas confirman que el imputado consiguió que, este año, una anciana de 91 años le entregase, mediante engaños y coacciones, altas sumas de dinero, joyas y obras de arte. El despacho jurídico que dirige el catedrático de derecho penal, Fermín Morales, en representación de esta mujer, presentó la pertinente denuncia en los Mossos que, tras su análisis, impulsaron la investigación. A medida que se ha ido indagando sobre sus maquinaciones de los últimos años, se ha sabido que, al menos, otras tres ancianas sucumbieron a su manipulación y pusieron a su nombre, de forma gratuita, inmuebles y terrenos en diversas poblaciones de Catalunya. La cifra de afectadas, según la policía se puede multiplicar de forma exponencial.