Mala Vida
Relojeros: te buscan, te siguen y te roban
Organizaciones criminales de ladrones han encontrado en Barcelona el lugar propicio para localizar, controlar y asaltar a hombres y mujeres que portan relojes de pulsera de altísima gama.
230 relojeros (así se conoce a los ladrones profesionales de relojes de alta gama) detenidos y cerca de 400 relojes (valorados entre 1.500 a 300.000 euros) recuperados solo en la ciudad de Barcelona en lo que llevamos de año.
Organizaciones criminales de ladrones chilenos, españoles, rumanos, marroquíes, y sobre todo italianos han encontrado en la Ciudad Condal el lugar propicio para localizar, controlar y asaltar a hombres y mujeres que portan relojes de pulsera de altísima gama.
Según la policía, las "baterías" más profesionales buscan a sus presas en los aledaños de los hoteles y restaurante de lujo. Primero observan y confirman el modelo y marca de los relojes que portan sus objetivos. Les siguen y eligen el momento más adecuado para lanzarse sobre ellos. Y así, en una actuación tan certera como a veces violenta, les arrancan el reloj y se dan a la fuga.
Material de compra y venta
Estas organizaciones a menudo actúan previo encargo porque, según fuentes policiales, en Barcelona existe un mercado negro de compraventa de relojes de alta gama "extraordinariamente dinámico".
Por ejemplo, a principios de este mes de octubre, dos tipos armados y encapuchados irrumpieron en el piso en el que vive un ciudadano chino en el barcelonés barrio de Les Corts. A punta de pistola le obligaron a abrir la caja fuerte. De ella extrajeron cinco relojes (tres Rolex de 15.000 euros cada uno y dos Pattec Philips de 90.000 euros). A continuación huyeron a todas prisa.
La policía está convencida de que los ladrones no actuaron al azar, sino que sabían, por información previa, de la existencia de una caja fuerte en aquel piso y que ésta contenía los relojes de alta gamas robados.
Joyas y droga
Otras organizaciones criminales, simplemente lo utilizan para obtener "moneda de cambio" cara a la compra de droga. De hecho, algunas partidas de considerable volumen se están pagando no con dinero, sino con joyas y relojes.