El Gobierno ha anunciado que tiene la intención de eliminar la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores, excepto en centros sanitarios y medios de transporte. Si no surge ningún contratiempo, esta medida se aprobará el 19 de abril, con lo que entrará en vigor el día 20. ¿Por qué se ha tomado esta decisión? ¿Por qué el 20 de abril?
A lo largo de toda la pandemia los porqués han sido las grandes preguntas sin respuesta por parte de las administraciones. Han respondido a los cómo, qué, quién o cuándo pero no a los porqués de las medidas tomadas. Esa labor de comunicación la hemos asumido algunos científicos por nuestra cuenta y riesgo, presuponiendo que las medidas se toman con buena voluntad, atendiendo a criterios sanitarios, sociales, económicos... Hemos tirado de conocimientos, de la evidencia científica disponible, de los datos de la evolución epidemiológica y sobre todo del consenso científico representado por las autoridades sanitarias.
Para mantener la tónica habitual, esta última medida se ha anunciado antes de su aprobación y sin ofrecer una justificación oficial. El real decreto con todos los detalles se publicará la próxima semana y entrará en vigor de un día para otro. Sin embargo, ya se han hecho públicas las líneas principales, por lo que he recopilado las dudas más frecuentes sobre su aplicación. También explicaré el porqué de esta medida, pero eso serán mis conjeturas como científica, otra vez por mi cuenta y riesgo.
¿Puedo seguir usando mascarilla si quiero?
Cuando se anunció esta medida, algunas personas reclamaron su derecho a seguir usando mascarilla en el trabajo o cuando les diese la gana. En general son personas de riesgo, o que conviven con personas vulnerables o que no se han vacunado. Deben saber que esta norma eliminará la obligatoriedad del uso de mascarillas en algunas circunstancias, pero no obliga a no usarla. De tal modo que, aunque no sea obligatorio, todo el que quiera seguir usando mascarilla podrá ponérsela si así lo estima oportuno.
¿Dónde, cuándo y para quién seguirá siendo obligatoria la mascarilla en centros sanitarios?
La mascarilla seguirá siendo obligatoria para los trabajadores de centros sanitarios, como por ejemplo hospitales, centros médicos y asistenciales. Los visitantes y usuarios también deberán llevar mascarilla cuando estén en las zonas compartidas. Las personas que estén ingresadas en un centro sanitario deberán seguir usando mascarilla cuando salgan de su habitación, cuando compartan espacio con personas vulnerables o cuando hagan uso de zonas compartidas. Sin embargo, las personas que viven en residencias, al ser ese espacio considerado su casa, no tendrán que usar la mascarilla, tal y como se ha venido haciendo desde hace meses.
¿Será obligatorio llevar mascarilla en el trasporte público?
La mascarilla continuará siendo obligatoria en los transportes públicos, como autobuses, metros, aviones o trenes. Sin embargo, en las cubiertas exteriores de los barcos, siempre que se pueda guardar la distancia interpersonal, ya estaba permitido retirar la mascarilla. De momento, y a la espera de que se publiquen los detalles de la norma, no hay nuevas excepciones.
La mayor parte del transporte público no cuenta con sistemas de ventilación eficientes. Tampoco se respeta la distancia de seguridad interpersonal. Además, se entra en contacto con personas de fuera del círculo habitual. El trasporte público juega un papel importante en la transmisión del virus, por eso es sensato mantener la mascarilla como medida de prevención principal.
Un positivo por COVID-19, ¿debe llevar mascarilla?
Aunque no haya síntomas, o los síntomas sean leves, las personas con test positivo se siguen considerando potencialmente contagiosas. Por eso la recomendación es que extremen las precauciones y limiten los contactos. Para ello deberán usar mascarilla durante al menos diez días después del diagnóstico.
¿Hay que llevar mascarilla en los centros educativos?
La mascarilla ya no será obligatoria en los colegios, institutos y demás centros educativos. No obstante, es recomendable que las personas vulnerables sigan usando mascarilla si no se puede mantener la distancia y la ventilación adecuadas.
¿La empresa puede imponer el uso de mascarillas a sus trabajadores?
La mascarilla ya no será obligatoria en los interiores, pero los servicios de prevención de riesgos laborales de cada empresa tienen competencias para decidir las medidas preventivas adecuadas para proteger la salud de los trabajadores. De modo que la empresa puede tomar la decisión de mantener la obligatoriedad de la mascarilla por las características de su plantilla o el tipo de trabajo que realizan.
¿Pueden obligar a poner la mascarilla para entrar en una tienda o un bar?
El fin de la mascarilla obligatoria afecta a todos los espacios públicos como tiendas, supermercados, centros comerciales, cines, teatros, bares o restaurantes, y se aplica a todas las personas. No obstante, cada negocio puede hacer uso de su derecho de admisión y, si lo estiman necesario, podrán obligar a los clientes a usar mascarilla.
¿En qué situaciones sería conveniente seguir usando mascarilla?
Aunque la mascarilla deje de ser obligatoria cada vez en más situaciones, es recomendable seguir haciendo un uso responsable en algunas circunstancias: si en el trabajo no hay buena ventilación o no se puede mantener la distancia de seguridad, en las aglomeraciones en supermercados, centros comerciales o tiendas, en establecimientos con escasa ventilación en los que se suele pasar mucho tiempo, como cines, museos o teatros, y en general personas sin vacunar, vulnerables o con riesgo de padecer COVID grave y sus contactos estrechos.
¿Qué otros países han tomado esta medida?
Aunque algunas comunidades creen que la decisión es precipitada, lo cierto es que España se suma así a una tendencia internacional. España es uno de los últimos países de Europa en retirar las mascarillas en los interiores.
Uno de los últimos países europeos en sumarse fue Francia que dejó de usar mascarilla en espacios que requieran el pasaporte de vacunación para entrar. Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Polonia y Finlandia la han eliminado, y Grecia se sumó hace pocos días. Sin embargo, en Italia y Portugal la mascarilla en interiores sigue siendo obligatoria. Fuera del continente, California, Connecticut, Delaware, Nueva Jersey, Oregón, Washington DC o Nueva York también han ido retirando la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores.
¿Por qué la medida entrará en vigor después de Semana Santa?
El anuncio de esta nueva medida se ha hecho antes de Semana Santa, lo que podría llevar a algunas personas a relajarse antes de que entre en vigor. No obstante, en algunas situaciones el uso de mascarilla ya se ha ido relajando de forma natural, sin una ley por delante, provocando situaciones cómicas. Así ha sido en la hostelería: los clientes solo se ponen la mascarilla para cruzar puertas, la de entrada y la del baño, y el resto del tiempo la mayoría de la gente está sin mascarilla.
La incidencia sigue siendo elevada, por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes. No obstante, los fallecimientos y los ingresos hospitalarios han disminuido gracias al éxito de la vacunación. Las personas vacunadas tienen un riesgo mínimo de padecer COVID-19 grave, de tal manera que para la mayoría de los españoles (vacunados y sin patologías de riesgo) este virus se ha convertido en una suerte de catarro.
Aunque esto ya sea así ahora, la medida entrará en vigor después de la Semana Santa para minimizar su impacto en el número de contagios. Durante las fiestas se producen más contactos sociales, también se viaja más, con lo que se entra en contacto con más personas de fuera del circuito habitual. Esto aumenta las probabilidades de contagio, lo que podría provocar una nueva oleada de positivos.
Además de la ventilación y la distancia, la medida de prevención que más éxito ha tenido es la mascarilla. Al tratarse de un virus que se contagia principalmente por inhalación, la mascarilla en espacios interiores ha evitado muchos contagios y lo seguirá haciendo. Por eso es sensato mantener la obligatoriedad de la mascarilla al menos durante un periodo crítico como es la Semana Santa. Esta es mi conjetura.
Ha pasado el tiempo suficiente como para comprobar que las vacunas han sido muy efectivas para controlar la gravedad de la enfermedad y la circulación del virus. Las vacunas han sido uno de los mayores logros científicos de la historia, han salvado y seguirán salvando incontables vidas. Por eso las mascarillas han podido ir desapareciendo de nuestras vidas. Ha sido gracias a las vacunas. O lo que es lo mismo, gracias a la investigación, el desarrollo y la innovación científica de la industria farmacéutica.