Este fin de semana nos han impactado varias noticias sobre accidentes de tráfico. Por un lado, el que les costó la vida a tres jóvenes en Vigo, después el accidente mortal de José Antonio Reyes y otro joven en Sevilla, y el mismo día en esa misma provincia otros dos chicos de 19 años perdieron la vida en el coche.
Recuerdo la primera vez que fui en coche con amigos, fue en el verano del 93 y al ir a consultar los datos de siniestralidad de aquel año me quedé asustado. En el verano de 1993 murieron en la carretera más personas que las que murieron en todo el año 2018. Aquel verano del 93 murieron en la carretera 6.000 personas.
Mi reflexión es si a los jóvenes les ha dejado de dar miedo la carretera o si les han dejado de llegar las campañas de sensibilización que a nuestra generación tanto bien nos han hecho. Desde 1993 hasta 2018 hemos ganado la vida de más de 5.000 personas al año en las carreteras.
¿Por qué los jóvenes han perdido el miedo a la carretera de nuevo? ¿Tiene qué ver algo en su hábitos de consumo de los medios de comunicación? En ese caso habría que actualizar las campañas para que los jóvenes tengan claro que en la carretera lo importante es llegar, no llegar antes.