Muy a menudo tanto la sociedad como el individuo van hacia atrás, empeoran, se degradan. Y en estos casos, el cambio no debe bajo ningún concepto ser aceptado. Hoy, la regresión se traduce en 52 escaños de VOX y esta regresión, esta decadencia, es hora ya de no aceptarla, de no blanquearla, de rebatirla. De no llevarla a programas de televisión y convivir con la miseria y la regresión, efectivamente, haciendo como si no pasara nada. "¿Quiere usted un caramelo, señor facha? ¿Sí? ¿De miel o de menta? Adelante, acompáñeme y difunda su discurso en el espacio público. Usted tiene derecho, como todo el mundo. Aquí no somos políticamente correctos". Qué vergüenza.
La regresión por tanto habrá que vivirla y rebatirla con la ira y con la indignación, que en este caso, serían dos emociones profundamente racionales, entendibles. Lo que no se entiende es la convivencia silenciosa, contenida, tolerante con el retroceso. A estas alturas ese tipo de convivencia sería profundamente irracional ¿No?
Es hora ya de la crítica TOTAL, del rechazo y de la denuncia DESESPERADA. Quién acepte la regresión quiere decir, sin ningún tipo de duda, que no quiere ni siente empatía por las primeras personas que van a salir perjudicadas por tal regresión.
Mira, ya es vergonzoso que hayan llegado los fascistas hasta aquí, así que si tienes a un tío en una mesa diciendo barbaridades sobre inmigración e ideología de género, LE CONTESTAS. Como hacemos todas nosotras en Navidad o en un bar con el imbécil que nos toca en la mesa. NO HAGAS COMO QUE NO ESTÁ PASANDO. Exige ya un poco de responsabilidad. Que esta gente es muy peligrosa.
Por supuesto, y como siempre, una de las pocas personas que parece haber entendido esto es una mujer de izquierdas: Teresa Rodríguez. La coordinadora general de Podemos Andalucía y presidenta del Grupo Parlamentario Adelante Andalucía, en ese vídeo que ya es un hito del audiovisual contemporáneo, dejó las cosas bien claras: los niños son niños, no son MENAS. Y declaró: "No puede haber mayor cobardía y crueldad" que "enfrentarse a un niño que vive solo".
También anunció una querella al partido de Santiago Abascal por promoción del odio, el mismo día que la presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio, en un acto racista y asqueroso, acudió al centro de menores extranjeros no acompañados de Sevilla, para denunciar, según ella, "la situación insostenible" que estos niños estaban provocando en los barrios de la capital hispalense.
Ayer lunes, Teresa Rodriguez siguió hablando claro: "Malditos quienes decidieron darle gratuitamente una segunda oportunidad a la extrema derecha".
Ya son 51 las asesinadas por violencia machista en lo que llevamos de 2019 y hoy los fascistas son la tercera fuerza más votada. ¿Qué sociedad es ésta que no trata la violencia hacia las mujeres como un problema de derechos humanos o como una crisis de primer orden, inmediata y urgente? ¿Qué sociedad es ésta que vota fascismo y que no considera que la violencia ejercida hacia las mujeres surja de un patrón? ¿Qué tipo de sociedad es esta que se permite el lujo de repetir elecciones, teniendo candidatos en contra de libertades y derechos ya adquiridos? Pues una sociedad de mierda.