El ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, nos dijo que "cuestionar la Monarquía como forma de Estado es más letal para España que el coronavirus". Fernández Díaz, que también dice que "el diablo quiere destruir" nuestro país, consideró además "insostenible" que Unidas Podemos quiera estar "en misa y repicando" por formar parte del Gobierno y exigir justicia en el caso del rey emérito. Ahora sabemos, no porque nos lo haya contado su "ángel Marcelo", que a Fernández le acusan de ir a Dios rogando y con el mazo dando, de proteger a los ladrones en lugar de perseguirlos: Anticorrupción pide imputar a Jorge Fernández Díaz y a Cospedal y ve "muy numerosos y concluyentes" los indicios.
Cuando, según Fernández Díaz, Benedicto XVI le dijo que "el diablo quiere destruir España", no sé si le contó el poder de destrucción que tiene que los poderosos se corrompan, abusen del poder en beneficio propio, obstaculicen la labor de la justicia, pongan a los policías a eliminar pruebas, empleen fondos reservados, recurran a espías y a matones para conseguir que desaparezcan documentos que pueden demostrar que en un partido había una trama de corrupción, con mordidas, sobresueldos, cuentas opacas, dinero negro y años de más empeño por lucrarse o mirar hacia otro lado, que por colaborar con los jueces y que todos seamos iguales ante la ley. Esto es pecado en el catecismo.
A mí, que no hablo con "el ángel Marcelo", un colega me preguntaba ayer por qué seguimos aún a vueltas con estos casos de corrupción. Creo que es sencillo: porque han pasado un montón de años y no se han depurado responsabilidades. Faltan juicios por celebrarse, jueces que salen, pruebas que desaparecen, delitos que prescriben, algunas condenas a un determinado nivel, pero sin llegar muy alto. Sin ir más lejos, Fernández Díaz alegaba recientemente en defensa del rey emérito que el Estado español "tiene su clave de bóveda en la monarquía parlamentaria". Pujol venía a explicarlo con aquello de que "los nidos caerán si tocamos mucho las ramas del árbol".
Fernández sabe que "el diablo quiere destruir España", pero no sabe quién es "M. Rajoy". Ha descifrado el mensaje de Benedicto XVI, pero no el apunte de "M. Rajoy" en los papeles de Bárcenas. Conoce al ángel Marcelo, pero no a "M. Rajoy". Sabe, incluso, que el coronavirus es menos letal que cuestionar la monarquía, pero no sabe quién es "M. Rajoy". Ni lo sabe, ni al parecer quería que lo supiéramos. Según la investigación, los seguimientos ilegales de policías a los Bárcenas comenzaron escasos días después de que el ex tesorero confesara la caja B del PP. El juez apunta a un espionaje ilegal con el llamado operativo Kitchen para torpedear el caso Gürtel, destruyendo documentos comprometedores para altos dirigentes del PP. Un informe policial señala que fue una operación que Rajoy conocía.
"Te garantizo que, si yo tengo que declarar, también irá probablemente MR". Tiene toda la pinta de que "MR" no es Marcelo. Esta advertencia del exnúmero 2 de Fernández Díaz en el Ministerio del Interior iba acompañada de otras: "Mi grandísimo error fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal". Martínez está imputado en la causa y su inmediato superior era el ministro Fernández. Es Martínez quien aseguraba que se estaba comiendo solo el marrón y lamentaba que le dejaran "tirado". Por cierto, en distintas conversaciones y escuchas se hablaba también de 'El Polla', 'La Cospe', 'Cospedín', 'El Barbas', 'El Gordo',' El Cocinero', 'La Pequeñita'... Y Villarejo tenía la misión de que el diablo no destruyera España. Reíros, pero los que están en las alturas van ganando, porque siguen impunes.