Contrarios con mesura al pacto de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ha salido Felipe González a decir que siente "orfandad política". Aznar nos alerta de que "estamos jugando con fuego". La jerarquía de la Iglesia católica advierte de "la tentación del caos". La patronal CEOE avisa de que "están en juego 40 años de progreso y paz social". En cualquier momento, sale la bruja Lola a amenazarles con ponerles unas velas negras.
Sánchez e Iglesias ni siquiera han formado gobierno. No les han dado ni la oportunidad de equivocarse. Veremos qué pasa. Como todo hijo de vecino, si gobiernan, errores cometerán, pero sorprende la sobreactuación de los profetas del Apocalipsis. Antes de esto, ya ha habido advertencias de hambre, guerra, pillaje y premoniciones de que España será comunista, bolivariana, como Cuba, Venezuela y epicentro del abismo.
Entre estos avisos tan comedidos, me quedo con los de Alfonso Guerra. En la misma intervención en la que ha considerado "injusta" la condena por corrupción de los ERES, Guerra ha alertado de que Pablo Iglesias "es un hipócrita, que quiere sustituir el sistema democrático". Alfonso sigue tan fino como siempre. Aunque el otrora azote de la derecha española está ahora muy preocupado porque "Podemos no son demócratas y no hay que darles legitimidad". Eso sí, la sentencia por el robo en Andalucía es una injusticia.
Hay en estos días advertencias sobre el posible gobierno de PSOE y Podemos tan descaradas como estas de Alfonso Guerra: el abrazo de Sánchez e Iglesias es "un drama", pero lo que estamos viendo con la condena de los ERES "es tan injusto…". Para Guerra, antes adalid del izquierdismo español, la decisión judicial sobre Chaves y Griñán ha sido fruto de "la bulla política", porque "no se han llevado ni medio euro a su casa, ni a nada". Solo hay casi 700 millones públicos, repartidos sin control, durante casi una década, pese a las advertencias.
Verán en estas semanas a muchos de estos que se llenan la boca con que son "constitucionalistas". Lo dicen como poniéndose un certificado de calidad. Proclaman ese "constitucionalismo" de manera excluyente. Nosotros lo somos, a diferencia del resto. Tenía entendido que la Constitución era un punto de encuentro, pero ellos reparten los carnés de "constitucionalista". Además, como arma arrojadiza. Unos dicen que el PSOE ya no lo es, otros que Podemos… Lo afirman los que creen tener el pedigrí, aunque en los mismos renglones justifiquen la corrupción o la desigualdad.
Tenía entendido que el 10 de noviembre fuimos convocados a votar libremente. Los votantes eligieron y los elegidos tendrán que intentar ponerse de acuerdo. Habíamos quedado en que queríamos pactos, desbloqueo y un gobierno cuanto antes. Necesitábamos una investidura y mayorías parlamentarias para gobernar en democracia. Otra cosa será que algunos piensen que solo vota la CEOE, Bruselas, el Banco de España, Felipe, Aznar, Guerra y todas las amenazas de los jinetes del Apocalipsis.