Ayer fue el día mundial de la diabetes y a diferencia de lo que piensa mucha gente, los niños también tienen diabetes. La diabetes tipo 1 afecta a 33.000 niños menores de 15 años en España.
¿Qué es la diabetes méllitus?
La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica caracterizada por elevados niveles de azúcar en sangre (glucemia) de forma mantenida por una disminución de la hormona insulina o un fallo en su mecanismo de acción.
En otras palabras, la insulina es una hormona que fabrica el páncreas y es la encargada de “llevar” el azúcar de los alimentos que ingerimos, al interior de las células para su correcto funcionamiento y al interior del hígado para su almacenamiento (en forma de glucógeno).
La insulina es el taxista de la sangre. Si no hay taxis, el azúcar no puede llegar a destino, es decir no puede llegar a las células para que estas funcionen correctamente, ni tampoco llegará al hígado, que su almacén.
No todas las diabetes son iguales, aprendamos las diferencias
1. Diabetes mellitus tipo 1:
Propia de niños y adultos jóvenes. Es una de las enfmedadeers crónicas infantiles más frecuentes. Su incidencia ha aumentado un 3,8% en todos los países, sobre todo, entre los menores de cinco años.En España se estima que hay 1100 casos nuevos cada año. La diabetes tipo 1 afecta a 33.000 niños menores de 15 años en España.
El origen se encuentra en la destrucción de las células del páncreas encargadas de fabricar insulina. Si no hay insulina, el azúcar no llega a las células, ni al hígado, se acumula en sangre y aumentan los niveles en sangre (hiperglucemia) y en orina (glucosuria). Esta destrucción de células es autoinmune, es decir, nuestras propias células en un momento dado atacan a las células pancreáticas y las destruyen de forma irreversible, todo ello en pacientes genéticamente predispuestos.
¿Cómo puedo sospechar que mi hijo es diabético?
Los pediatras solemos pensar en las tres “P”:
- Polifagia: los niños tiene muuuucha hambre.
- Poliuria: hacen pis a todas horas y en cantidad, por la noche también. De pronto se empiezan a levantar por la noche al baño o incluso se hacen pipí encima.
- Polidipsia: tienen mucha sed. Beben mucho.
Todo ello en un niño que además está perdiendo peso, está cansado, agotado, con menos actividad…
Si no pensamos en diabetes, no diagnosticamos diabetes.
El diagnóstico es fácil y sencillo, un control de glucemia en sangre y un control de orina. Eso sí, para diagnosticarlo, hay que sospecharlo. Tener presente estos síntomas evita diagnósticos tardíos (cetoacidosis) con el consiguiente riesgo de complicaciones.
2. Diabetes mellitus tipo 2:
Es la forma más frecuente, de hecho el 85% de los diabéticos son tipo 2. La diabetes es una enfermedad muy común.
Se estima que en el mundo hay alrededor de 143 millones de personas con diabetes.
La OMS considera que el 50% de las personas que tienen diabetes están sin diagnosticar. Este tipo de diabetes es propia de adultos con obesidad o sobrepeso en los que se observa una “resistencia a la insulina”, es decir, la insulina deja de trabajar correctamente.
Su origen y mecanismo de acción por tanto, es diferente a la diabetes tipo 1.
En adultos diagnosticados a tiempo, con un adecuado control clínico y dietético no tienen porque necesitar insulina como tratamiento, como ocurre en los niños en los que la insulina inyectada, será uno de los pilares de su tratamiento.
Pero ojo, debido al incremento en nuestras tasas de obesidad infantil, desgraciadamente estamos observando más casos de diabetes tipo 2 en adolescentes y niños de 11-12 años debido a una resistencia a la insulina.
Como veis la obesidad es uno de los factores de riesgo fundamentales para desarrollar una diabetes tipo 2 que mermará su calidad de vida y supeditará a estos pacientes a sufrir complicaciones cardiovasculares, renales, y oftalmológicas entre otras.
¿Cómo se trata la diabetes en los niños?
El tratamiento de la diabetes tipo 1 se basa en cuatro pilares fundamentales que lograrán un buen control de la enfermedad y una correcta prevención de complicaciones a corto y largo plazo:
- Insulina
- Ejercicio físico
- Nutrición
- Educación en la enfermedad por personal entrenado y cualificado.
Y ahora que ya sabéis cómo sospechar una diabetes, no dudéis en preguntar a vuestro pediatra si os surgen más preguntas. ¡Para eso estamos!
Encontraréis información muy valiosa aquí: