Aburrimiento, placer, ansiedad o desesperación. Muchos son los motivos que pueden hacer que busquemos el placer en comer. Porque, como otras muchas funciones básicas de los seres vivos, comer es un acto placentero. Aunque no todos los alimentos sean candidatos para este momento, ya que poca gente conozco que se de un 'festín' a base de acelgas y espinacas.
Lo más normal es que busquemos alimentos hiper-palatables. Es decir, que sean ricos en azúcares, grasas o potenciadores del sabor. Queremos masticar, pero, sobre todo, saborear y que los aromas inunden nuestra boca. Muchas veces a costa incluso de no tener casi ni que masticar. Sólo meter en la boca y casi instantáneamente tragar.
Puede que este, entre otros, sea el motivo por el cual los españoles hemos aumentado el consumo de bollería durante los casi dos meses que llevamos de confinamiento. Casero o industriales, da igual cuál de ambos. Hemos comido más bollos, y más de uno nota ya los efectos que esto tiene en la báscula
¿Cuántos bollos hemos comido durante el confinamiento?
De medía, casi 2 kilos de bollos por persona se calcula que hemos comido de más los españoles (es decir, que ya los comíamos y hemos añadido unos cuantos más a nuestra cesta de la compra y menú diario). Así lo publicaba un estudio de PRODULCE.
Aunque no siempre hemos comprado lo mismo. Lo que empezó como una compra a aprovisionamiento donde las galletas (entre otras) fueron las grandes protagonistas, se transformó en una compra más de placer, donde aparecieron las chucherías y los dulces varios. Algo sí se mantuvo al laza al inicio y durante esta cuarentena: el chocolate. Y no siempre rico en cacao y sin azúcares añadidos. ¿Qué tiene el chocolate que tanto nos gusta? Adivina: rico en azúcares y grasas, y casi no hace falta masticarlo. Se deshace en la boca y la inunda de sabores.
¿Qué supone esto? Seguramente lo primero que pienses es en calorías. Y no vamos mal encaminados. Casi 8.000 kcal extra hemos sumado a base de estos alimentos a las calorías que ya comíamos. Pero no es la parte más preocupante. Casi medio kilo de grasa saturada extra y casi un kilo de azúcar por español (de media, habrá gente que ha comido más mientras otra ni lo ha olido).
No pienso repetirme en las consecuencias que esto puede traer: mayor disposición a la diabetes y enfermedades cardiovasculares, aumento del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer como el de colon, o un aumento de peso que, recordemos, hace flaco favor a la evolución de los síntomas de una posible infección por coronavirus.
¿Cuál es el menos malo de los bollos?
La verdad, ninguno. Podemos decir que el dulce más saludable se llama fruta, se recoge de los árboles y se come a bocados y con bastante masticación. Ni siquiera aquellos 'bollos' que han parecido tan inofensivos durante la historia reciente de nuestra alimentación y que han copado nuestros desayunos. Dicho de otra manera, y como decía un compañero dietista-nutricionista: España es un país donde se desayunan postres.
De hecho, si miramos la cantidad de azúcar sencillo total que tiene la famosa magdalena, vemos que viene cargadita con 8,7 gramos cada 100 gramos. Lo que viene siendo 2 terrones largos. Y es de las que menos. Otros más reconocidos como bollería como los cruasanes vienen con 12 gramos de azúcar (además de la mantequilla para elaborarlos, que viene también de forma generosa). O los panes de leche, con 17 gramos de azúcar cada 100 gramos. ¿No me crees? Dale la vuelta al envase y mira tu mismo.
Pero volvamos a la galleta. Antes de mirar su caja, ¿qué piensas? ¿Tiene más o menos azúcar que un pan de leche? Yo he hecho este ejercicio con una galleta supuestamente 'saludable' como son las tipo Digestive, y… ¡tachán! 17 gramos de azúcar cada 100 gramos. Es decir, la misma cantidad que tiene el pan de leche. Es decir, que las galletas son bollería de la misma forma que los son el resto.
Dulces caseros y saludables
Muchos se refugian en la idea que lo casero es mejor. Más natural. Pero, ¿qué diferencia hay entre una magdalena de la panadería de debajo de tu casa y la que puedes hacer tu en tu casa? Básicamente, la forma y, a lo mejor, el sabor. Porque utilizas los mismos (o parecidos) ingredientes: azúcar refinada (blanquilla), harina refinada de trigo, mantequilla (en el mejor de los casos, ya que pueden aparecer las grasas hidrogenadas en forma de margarina), etc.
Lo casero no es una excusa que exculpe la bollería si estamos siguiendo las mismas recetas que las industriales o las que podemos comprar. Ni siquiera si la harina es integral. El azúcar y las grasas siguen estando ahí. Y en una cantidad mucho mayor de lo que se puede considerar saludable o, como mínimo, aceptable.
¿Está abocada la bollería casera a morir? Depende. Ya hemos visto que la clave son los ingredientes, tanto cuando hablamos en términos de calidad como de cantidad. Dicho de otra manera, podemos salvarla siempre y cuando seamos capaces de hacer recetas donde sustituyamos estos excesos de grasas y azúcares con ingredientes que aporten menos, mantengan el sabor, y de paso, aporten más nutrientes.
¿No se te ocurre ninguna? Para eso, y para que no dejes de hacer tus dulces, pero, al menos, sean más saludables, hoy te quiero traer una selección de algunas de las recetas que he probado y, además de más saludables, están buenas. Ya que cuidarse también tiene que ser sinónimo de disfrutar. Si no, no vamos a durar con una alimentación 'sana' ni dos días.
Por eso, por aquí, te dejo mis favoritas:
Brownie de Alubias Blancas
(Gracias Araceli por tu descubrimiento, como tantos otros que me has hecho)
Ingredientes:
- 1 bote de alubias blancas cocidas (aproximadamente 400 gramos)
- 4 huevos
- 1 sobre de levadura química
- 100 gramos de chocolate negro 75% cacao o más, sin azúcares añadidos
- 1 cucharada sopera de cacao desgrasado y sin azúcares añadidos
- 100 gramos de nueces
- Edulcorante líquido
- Esencia de vainilla
Preparación:
- 1. Lavamos y escurrimos bien las alubias blancas debajo del grifo hasta que dejen de soltar espuma.
- 2. En un vaso de batidora añadimos las alubias, el sobre de levadura, los 4 huevos, una cucharada sopera de cacao, un chorrito de edulcorante y unas gotas de esencia de vainilla
- 3. Batimos hasta dejar una papilla uniforme
- 4. Derretimos los 100 gramos de chocolate negro en el microondas, poco a poco, y removiendo con una cuchara (mejor si lo calentáis de 30 segundos en 30 segundos)
- 5. Añadimos el chocolate derretido a la mezcla y corregimos de dulzor con edulcorante y esencia de vainilla hasta que esté al gusto.
- 6. Partimos en trozos la mitad de las nueces, añadimos a nuestra masa y mezclamos hasta que se repartan.
- 7. Precalentamos el horno a 180 grados
- 8. Colocamos la masa en un molde y horneamos 15-20 minutos
Natillas de chocolate
Ingredientes
- 3 tarrinas de queso de burgos pequeñas
- Un chorrito de leche
- 1 cuchara de cacao puro desgrasado y sin azúcar añadido
- Esencia de vainilla
- Edulcorante líquido
Preparación
- 1. En un vaso de batidora colocamos el queso de burgos, la cucharada de cacao, unas gotas de esencia de vainilla y un chorrito de edulcorante.
- 2. Batimos todo hasta que se mezcla con una batidora
- 3. Añadimos poco a poco leche y vamos batiendo hasta que consigamos la textura que queramos (a algunos le gustan las natillas más compactas y a otros más líquidas)
- 4. Colocamos en vasos, tapamos con film transparente y a la nevera un par de horas antes de consumir
Cookies de garbanzos y chocolate
Ingredientes
- 1 bote de garbanzos cocidos (400 gramos aproximadamente)
- 1 huevo
- 1 sobre de levadura química
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Esencia de vainilla
- Edulcorante líquido
- 100 gramos de chocolate negro 75% cacao sin azúcares añadidos
Preparación:
- 1. Colocamos en un vaso de batidora el huevo, la levadura, el aceite y la esencia de vainilla, un chorrito de edulcorante y trituramos hasta que esté todo bien mezclado
- 2. Lavamos y escurrimos bien los garbanzos hasta que dejen de soltar espuma.
- 3. Añadimos los garbanzos al vaso de batidora y batimos de nuevo. El truco es ir añadiendo poco a poco los garbanzos hasta que veamos que tenemos una masa sólida pero moldeable.
- 4. Corregimos de dulzor con edulcorante y esencia de vainilla
- 5. Picamos el chocolate en trozos y añadimos a la mezcla. Mezclamos bien hasta que queden bien repartidos
- 6. Dejamos reposar la masa en la nevera si ha quedado muy suelta o hacemos las galletas directamente.
- 7. Colocamos en la bandeja del horno papel de hornear y vamos haciendo bolitas que después aplastaremos para darle forma de galleta
- 8. Precalentamos el horno a 180 grados
- 9. Horneamos 10-12 minutos hasta que estén doraditas y mas o menos crujientes
- 10. Dejamos enfriar y guardamos en una caja metálica para que no se reblandezcan
Espero que disfrutéis con estas recetas y, seguro, que cada uno de vosotros le vais a poder dar vuestro toque.
Salud, y buenos alimentos.